Dos migrantes y una chilena: Eduardo Daza es de Barquisimeto, Venezuela; Fauadz Kassen, es de Acarigua, Venezuela y Dakota Miranda, es de Santiago, Chile. Los tres son los fundadores de MyCocos, una emprendimiento de cuidado personal masculino que nació en Chile a finales de 2020 con tan sólo US$ 10.000 de capital y que a 2022 ya vendía US$ 3 millones. Al cierre de este año esperan duplicar la cifra y tienen presencia además en Panamá, Colombia y, este año, están llegando a México.

Miranda estudió gastronomía; Kassen, contaduría; y Daza es Ingeniero en Telecomunicaciones. Pero los tres tenían historia en el mundo del emprendimiento y tenían claro que la venta de productos a través del ecommerce era lo que querían desarrollar. Tras ensayo y error, Daza vio una rasuradora corporal masculina, creada y distribuida en Inglaterra, y pensó: “esto puede funcionar”. Era diferente y apostaba por la mezcla cultural entre el cuidado personal al que ellos estaban acostumbrados en Venezuela y a la adaptación, con mucho humor, que querían potenciar en Chile y que ha sido la base de su marketing en redes —usan TikTok e Instagram y entre las dos plataformas tienen casi 90.000 seguidores—.

“Hicimos un brainstorming entre los socios y todo fue muy espontáneo. La reacción de todos, con risas, con chistes, cuando surgió el nombre “MyCocos” (que para nosotros en Venezuela es una fruta y ya), sentimos que la iba a tener el mercado y se iban a preguntar de qué trataba esto. Nos dimos cuenta que era un producto en el que había que apostar diferente a los que veníamos apostando antes”, cuenta Daza, CEO de MyCocos.

Cuando lanzaron la rasuradora —producto que fabrican en China y que ya va por su tercera versión— agotaron el stock durante el primer mes y comenzaron a prevender. “Asumimos una Navidad sin producto y empezamos a despachar luego. El primer año vendimos más del millón de dólares”, puntualiza Kassen, CTO de la empresa.

“En Chile, culturalmente, no estaban las puertas abiertas al hecho de que el hombre se pudiese cuidar. Yo siento que esa es una puerta que abrió mucho el tema de la migración, no solamente venezolana, sino colombiana y centroamericana. Veíamos que en el mercado femenino se estaban abriendo un montón de peluquerías nuevas y sabíamos que eso tarde o temprano también bañaría al mercado masculino. Entonces, lo jocoso del nombre y la mezcla cultural es lo que le dio tanto power a la marca”, añade Kassen.

La rasuradora tiene un costo de CLP $57.990 y este kit llamado Crack Pack tiene un costo de CLP $160.000.

“Cuando viene una ola extranjera, viene con otra energía, que yo la veo hasta ventajosa porque vamos fuera de la zona de confort, lo que nos obliga a trabajar y esforzarnos de una manera distinta. Se da esta mezcla cultural y a nosotros se nos hizo muy fácil la comunicación a la hora de entregarle ese mensaje al mercado, de que no está mal que hablemos de cuidarnos, es todo lo contrario, debemos impulsarlo, debemos potenciar el cuidarnos a nosotros mismos porque eso determina cómo nos sentimos y cómo nos enfrentamos a la vida”. Eduardo Daza, CEO de MyCocos.

DE MYCOCOS A MYHUEVOS

Tras ver el éxito en ventas que tuvieron en Chile, decidieron probar en Panamá, luego en Colombia y este año ya están próximos a lanzar los kits de afeitado en México con MyHuevos, adaptándose al lenguaje directo y con humor de cada país.

El ecommerce les ha permitido eso. El equipo fundador no ha ido a ninguno de estos países, pero a través de colaboradores, han lanzado el producto y se han dado cuenta que también ha funcionado.

“Nos enamoramos del ecommerce. Esta industria nos da libertad y agilidad para poder llevar la tienda a otros países sin ni siquiera tener que ir a esos lugares y aún así poder escalar globalmente”, indica Daza.

Sin embargo, también están presentes en algunos canales físicos: en más de 40 Jumbo de todo Chile, más de 12 sucursales de Ripley y en canales online de tiendas Paris, Linio, MercadoLibre y, por supuesto, en su página web, detalla Miranda.

¿QUÉ VIENE A FUTURO PARA MYCOCOS?

Pero MyCocos no se quedará sólo en una rasuradora corporal. Ahora buscan ser una referencia en Latinoamérica en el mercado de cuidado personal masculino. Estos tres emprendedores quieren competir con grandes marcas de larga trayectoria, pero enfocándose en su comunicación y lenguaje directo.

“Vamos a desarrollar una línea de productos recurrentes, más allá del afeitado y el rasurado, del cuidado de la piel, las fragancias, cremas. Queremos que nuestros productos estén en todo lo que le pasa a un hombre dentro del baño, desde la toalla, hasta el jabón, champú, bálsamo, cepillo de dientes, crema, todo lo que necesita un hombre para cuidarse”, detalla Daza.

De hecho, ya están testeando algunos productos en laboratorios de Chile y Colombia, como espuma de afeitar, bálsamo after shave y cremas. Su estrategia entonces se enfoca ahora en crecer, no tanto en cantidad de países, sino en ampliar sus productos.

“También queremos enfocarnos en la tecnología para ir mejorando, ya vamos en la tercera versión de la raduradora y que se vaya actualizando como Apple lo hace con sus teléfonos”, señala Kassen.

Innovación, humor y comunicación, seguirán siendo la carta de presentación de MyCocos para seguir creciendo no sólo en Chile, sino en la región.

Fuente: forbes.cl