Al menos 15 personas fallecieron el domingo 28 de febrero en el Mediterráneo al naufragar el bote neumático en el que intentaban llegar a las costas de Europa. La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) informó que los otros 95 pasajeros de la embarcación fueron rescatados por la Guardia Costera Libia. Asimismo, la ONG alemana Sea Watch informó que uno de sus barcos realizó otras tres operaciones de rescate en la misma jornada.
Enésima jornada trágica en un Mar Mediterráneo que no cesa de cobrarse víctimas mortales. Este domingo 28 de febrero, al menos 15 personas fallecieron al naufragar el bote neumático con el que habían salido de Libia con destino Europa, siguiendo una de las rutas migratorias más activas y letales en los últimos años en el Mediterráneo.
Otros 95 pasajeros de la misma embarcación fueron rescatados por la Guardia Costera del oeste de Libia, según informó la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
“Estamos atendiendo a los supervivientes, la mayoría de ellos con hipotermia y quemaduras por la combinación de agua salada y gasolina. Dicen que han quedado quince cadáveres en el mar”, explicaron a la agencia EFE desde la organización. “Este tipo de tragedias son evitables. Como hemos reiterado en numerosas ocasiones, Libia no es un país seguro”, agregaron.
Más de seis horas varados sin recibir ayuda
Poco después del amanecer y a escasos ocho kilómetros de las costas libias, los migrantes lanzaron una llamada de socorro, según informaron varias ONG. Dos de estas organizaciones, la Mediterranea Saving Humans y Alarm Phone, denunciaron que la Guardia Costera Libia se estaba negando a intervenir ante la llamada de socorro.
“La gente nos llama pidiendo ayuda. ¿Dónde está el rescate? Cinco personas están en el agua ahora. Ven un barco grande, pero no les está ayudando. Cinco horas después de nuestra primera comunicación, ¡todavía no hay ayuda a la vista!”, informaba Alarm Phone en un mensaje enviado en torno a las 10.00 hora local.
Según sus informaciones, más de seis horas después de su primer llamado de ayuda, la Guardia Costera aún no había aparecido. Finalmente se devolvió a los migrantes a las costas libias, pero muchas organizaciones denuncian las malas condiciones de vida a las que se ven abocados en un país víctima del caos y de una guerra civil aún activa.
Además, diversas organizaciones humanitarias han denunciado a la Guardia Costera Libia por tener relación con las mafias que se lucran con el contrabando de personas. En lo que va de año, más de 3.500 personas – entre ellas187 menores – han sido interceptadas por esta institución.

Una vez en Libia, los migrantes son llevados a centros de detención de los que huyen para intentar llegar a Europa de manera desesperada. Médicos sin Fronteras y otras ONG han denunciado repetidamente la insalubridad de estos centros y el trato que reciben las personas por parte de las milicias que colaboran con el gobierno de Trípoli apoyado por la ONU.
361 personas a bordo de un barco de la ONG alemana Sea Watch
La ONG alemana Sea Watch informó asimismo en su perfil de Twitter que uno de sus barcos realizó tres rescates diferentes durante el mismo día. Gracias al trabajo conjunto de su avioneta ‘moonbird’ y sus barcos en el Mediterráneo, la ONG informó del rescate total de 214 personas en una jornada en la que divisaron hasta cuatro embarcaciones más tras el segundo rescate del día.
Tras el último rescate, son tres las embarcaciones que aún quedarían a la deriva. Con estas operaciones, su barco SeaWatch 3 viaja actualmente con 361 migrantes a bordo, tras otros dos rescates efectuados el jueves y el viernes anteriores.
En lo que va de año, otras 92 personas han perdido la vida y al menos 20 siguen desaparecidas en un Mediterráneo que en los últimos años se ha convertido en la última pesadilla de muchos de los que se aventuran a encontrar un futuro en Europa.
A principios de febrero, la OIM instó a la Unión Europea (UE) y a sus Estados miembros a adoptar medidas urgentes que frenen los rechazos, las expulsiones colectivas y el uso de la violencia contra migrantes y refugiados en sus fronteras exteriores y marítimas. Por el momento, la Unión sigue delegando las funciones de control migratorio en sus países vecinos, muchos de ellos con gran inestabilidad política o autócratas en el poder.
Con EFE.
Fuente: France24