Cerca de 3.500 refugiados rohinyá usaron estas rutas, cinco veces más que en 2021, cuando unas 700 personas emprendieron estos viajes, de acuerdo con los datos de la agencia.
La portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, pidió en rueda de prensa una respuesta regional para esta situación y advirtió que la cifra de muertos en alta mar podría aumentar en los próximos meses.
Según Mantoo, la mayoría de los que huyeron por vía marítima desembarcaron en las costas de Birmana, Malasia, Indonesia y Bangladés, y casi el 45 % eran mujeres y niños.
La situación se agudizó en los últimos meses de 2022, cuando cuatro barcos que transportaban a más de 450 rohinyá arribaron a las costas de Aceh (Indonesia), un barco con más de 100 personas llegó a Sri Lanka y otra embarcación con 180 pasajeros naufragó a principios de diciembre.
Actualmente, varios barcos permanecen varados a la deriva frente a las costas de Birmania y Bangladés pese a los llamamientos realizados por ACNUR a los distintos países de la región.
Mantoo llamó a los países del sudeste asiático a rescatar cuanto antes a las personas atrapadas en el océano y pidió que “redoblen los esfuerzos” para prevenir el contrabando y la trata de personas una vez que desembarquen. EFE
Fuente: Swissinfo