“La clasificación de Colombia, como la tercera crisis más desatendida del mundo, pone en evidencia el incremento de las necesidades humanitarias a medida que el prolongado conflicto sigue desplazando a miles de personas. Al mismo tiempo, Colombia acoge a cerca de 2,5 millones de personas venezolanas que huyen de la creciente crisis humanitaria de ese país”, dijo Giovanni Rizzo, director de NRC en Colombia.
A esto, Rizzo añadió que “esta desatención no es inevitable, es una elección”, debido a que la financiación internacional disminuyó a la par de la cobertura mediática del impacto del conflicto armado. El plan de respuesta humanitaria en Colombia fue de 108 millones de dólares en 2022, de los 282 millones solicitados, por lo que las donaciones internacionales financiaron solo un 38 % de lo requerido.
Por otro lado, está El Salvador, que también entra por primera vez en la lista. La organización destaca una grave crisis humanitaria que está pasando desapercibida en el país centroamericano y que incluye violencia persistente, eventos extremos climáticos, pobreza y desigualdad.
“Estos factores dejaron 1,1 millones de salvadoreños con necesidades humanitarias. Dos años después de la devastación causada por los huracanes Eta e Iota, El Salvador volvió a sufrir en 2022 las graves inundaciones causadas por el huracán Julia. Las inundaciones agravaron las vulnerabilidades de las comunidades y empeoraron las condiciones de 180.000 personas que que ya padecían inseguridad alimentaria aguda. Además, a pesar del reciente descenso de los asesinatos en El Salvador, las desapariciones siguieron siendo elevadas y la violencia -incluida la de género- desplazó a decenas de personas”, indica el informe.
En la lista de países con crisis de desplazamiento más olvidadas están Burkina Faso, República Democrática del Congo, Colombia, Sudán, Venezuela, Burundi, Camerún, Malí, El Salvador y Etiopía.
Fuente: elespectador.