Por Bárbara Lera Castellanos*
El problema actual de la inmigración en América del Norte es un tema complejo derivado de la falta de una política seria, pragmática, oficial, transversal y multinacional. Para abordar este problema de manera efectiva, es crucial desarrollar un tratado integral de Movilidad, Derechos Humanos y Desarrollo Económico de América del Norte que promueva el equilibrio y la sostenibilidad, similar a un acuerdo de libre comercio.
Con respecto a la situación en México, es imperativo confrontar la corrupción generalizada y la colusión entre el gobierno y los cárteles que ha intensificado la industria del tráfico de personas en los últimos cuatro años.
Los migrantes mexicanos, que no solo se sienten despreciados y menospreciados por su gobierno, sino que también sufren abusos políticos, requieren una postura clara por parte del gobierno mexicano, sobre su situación migratoria y las tribulaciones vividas en su país de destino, sobre todo en Estados Unidos.
Debe exponerse la participación del gobierno mexicano en la trata de personas y la explotación de sus propios ciudadanos.
Para combatir estos problemas, se deben implementar medidas rigurosas para combatir la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, con las Naciones Unidas o un organismo similar que supervise las políticas de denuncia, sanción y cumplimiento.
Del lado estadounidense, es necesaria una investigación y un análisis exhaustivo de las políticas de inmigración para rectificar la falta de establecer una Ley de Inmigración actual, eficiente y justa. Los políticos deben abstenerse de utilizar a los inmigrantes como moneda de cambio, ya que tales prácticas debilitan la democracia y obstaculizan el desarrollo global del país. Es vital educar a la sociedad estadounidense sobre la naturaleza única de la migración actual, que comprende personas con características similares a las de los refugiados. Sin la atención adecuada, este problema podría conducir a la implosión política, económica y social.
Tratado de Movilidad, Derechos Humanos y Desarrollo Económico de América del Norte integral.
Abordar el problema de la inmigración en América del Norte requiere esfuerzos de colaboración entre México, Estados Unidos, Canadá y otros países de la región. También deberían participar organizaciones regionales, instituciones académicas y agencias internacionales.
Juntos, estos actores deben abordar las causas profundas de la migración, incluida la pobreza, la violencia y el cambio climático. Además, el impacto económico potencial de la Inteligencia Artificial en los países menos desarrollados, que puede resultar en la pérdida generalizada de empleos, debe abordarse en el tratado para garantizar el desarrollo sostenible.
Al reconocer la necesidad de un Tratado de Movilidad, Derechos Humanos y Desarrollo Económico de América del Norte integral, podemos trabajar para resolver el problema de la inmigración de una manera que respete los principios de justicia, derechos humanos y sostenibilidad a largo plazo.
Es una realidad que la crisis migratoria se agravó con la entrada del Título 8, con ciudades fronterizas que se ven rebasadas por miles de migrantes que están a la deriva.
Por lo que una opción viable es que los Gobiernos de México y Estados Unidos se pongan de acuerdo en apoyar la expedición de visas temporales de empleo a migrantes mexicanos y extranjeros que cumplan con los requisitos para trabajar en Estados Unidos.
La opción es lanzar una gran cruzada de empleos que Estados Unidos demanda, siempre y cuando sean ofrecidos de forma ordenada, específica y remunerada, a través de los departamentos de trabajo y con la coordinación de los dos países.
Según el Boletín de Política migratoria de la Secretaría de Gobernación, en el rubro de entradas por Entidad Federativa y punto de internación, según las condiciones de estancia correspondientes al mes de abril del 2023, los puntos más críticos son Baja California, Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila y Sonora. Quienes proceden principalmente de Centroamérica, Venezuela, África, Haití y Asia.
El proceso tiene que ir de la mano de un proyecto para este tipo de visas de trabajo, que el Gobierno de EU obliga que los migrantes cuenten con una capacitación técnica, que se puede impartir en el CONALEP o en las Universidades para que los trabajadores sean más calificados y tengan más oportunidades para colocarse.
Este proyecto representa una innovación de empleos temporales en EU, para ello se tiene que buscar que en el Tratado de Libre Comercio entre México, EU y Canadá tenga un factor de importancia, donde tenga intervención en la mano de obra para disponer de una simetría entre los 3 países.
La idea es promover las visas de trabajo actualmente de seis meses a cuatro años, bajo la condición que los migrantes vayan mejor preparados y capacitados en diversas áreas, además de buscar la comunicación y apoyo de empresas de EU que requieran de estos servicios para apoyar los migrantes en todo este proceso.
Fuente:centrourbano