Ernesto y su familia cumplieron dos meses de haber dejado su país para cumplir el “sueño americano”. Sin embargo, han decidido hacer una pausa debido a la situación actual en la frontera americana con respecto a la migración y deportación luego de la derogación del Título 42 de Estados Unidos
Ernesto Cumare, viste una camisa de Venezuela, su país de origen, y vende dulces a los carros y a las personas que transitan por Soyapango; junto a él, también se encuentra su hijo, Simón Cumare, ayudándole a vender.
Ambos son parte de una familia de nueve venezolanos que llegaron a El Salvador en su travesía de poder llegar hasta Estados Unidos para poder aspirar a una mejor calidad de vida, son procedentes del Estado de Vargas.
La familia está conformada por Ernesto Cumare y su esposa Jennifer Suárez, embarazada de siete meses, más sus cinco hijos: Felicia, Daniel, Valery, Valeria y Simon. Junto a ellos también viaja la nuera de Ernesto, Noris Mejía.
El pasado 25 de mayo, Ernesto y su familia cumplieron dos meses de haber dejado su país para cumplir el “sueño americano”. Sin embargo, han decidido hacer una pausa debido a la situación actual en la frontera americana con respecto a la migración y deportación luego de la derogación del Título 42 de Estados Unidos el cual quedo sin efecto debido al cese del covid-19 como emergencia de salud pública.
Debido a este cambio, las normas de inmigración de EUA se reforzarán, aplicando el Título 8 que busca “procesar y expulsar rápidamente a las personas que llegan ilegalmente a la frontera y no tienen una base legal para permanecer”.
Ernesto afirma que no son los únicos venezolanos que han abandonado el país, pues durante su trayecto han conocido a otros migrantes procedentes de su país.
“En el camino hemos conocido a bastantes, en todo el camino, el trayecto, aquí en El Salvador he visto pero de pasada, normalmente nosotros no nos quedamos en ningún país porque nuestro destino es llegar”, expresó Ernesto.
Las pertenencias que la familia posee son pocas, ya que les facilita la movilidad en su viaje. Solamente cargan mochilas con ropa, sábanas e insumos de higiene personal. Cada día, llegan a la 6ta Avenida Sur en Soyapango con sus pertenencias, permanecen en el lugar vendiendo los dulces para poder juntar dinero suficiente para pagar un cuarto donde poder pasar la noche.
“Para poder subsistir vendemos bombones, caramelos, para poder comprar comida y pagar un espacio para dormir”, enfatizó Ernesto.
Durante su recorrido entre Colombia y Panamá, Ernesto afirma que tuvieron que pasar en la selva por más de diez días, y ahí en ese trayecto fueron asaltados por otras personas.
“Cuando tu pasas por esos caminos no hay ley, la ley es la de ellos”, dijo el venezolano.
Por otro lado, han recibido bastante apoyo de las personas de Soyapango, ya que se acercan a ellos para ayudarlos, ya sea monetariamente o con comida. Además, la familia se hizo viral en un video de la red social TikTok, y a raíz de ello las personas los ubican y ayudan más fácilmente.
El pasado 26 de mayo, Ernesto Cumare y su familia fueron trasladados a un albergue de la Alcaldía de Soyapango, esto de manera de poder ayudar a los migrantes hasta que tomen la decisión de dejar El Salvador.