Nos referimos los casos de las venezolanas porque son testimonios recientes y cercanos geográficamente hablando; pero la realidad es similar para todas las personas migrantes, en todo caso valdría la pena preguntarse con estos números tan altos; porque hay estados que toman medidas, y en algunos casos definen políticas, que les granjean oportunidades a las organizaciones delictivas y terminan yendo contra los ya vulnerados migrantes.
La migración Forzada a decir del Doctor Achutegui, es homologable perfectamente a la Odisea de Ulises; esta obra de la literatura griega ha sido obligatoria en los primeros niveles del sistema educativo en varios países, el héroe es famoso por la infinidad de películas, tesis, conversaciones de cafés, análisis de psiquiatras, psicólogos y otros versados en ciencias sociales
Cuenta Homero que Ulises sale de Ítaca a pelear en la guerra de Troya, obligado por la circunstancias políticas de la época; es el autor intelectual y material del Caballo de Troya que provocó la caída de la ciudad, pero lejos de volver como un héroe que le festejan sus méritos y éxitos, recibe una especie de maldición donde muchas cosas le ocurren y le dan un sufrimiento profundo, extremo que lo lleva a todos sus límites físicos y mentales.

Ulises el migrante a la deriva, atravesando complicaciones inimaginables , es lo que el doctor Achutegui homologa al sufrimiento de los migrantes de los tiempos actuales.
La migración tiene entre sus múltiples clasificaciones, cuatros etapas o cuatro momentos descritas por Tizón García. La fase de preparación que refiere a las causas que obligan o reproducen la decisión de irse, que en muchos aspectos se elabora en el plano de la fantasía idealizando los lugares de destino.
El acto migratorio que remite al trayecto o las rutas para llegar a los países y ciudades de destino; luego vendría el asentamiento y la inclusión.
Ahora bien, hay algunas cosas que podemos agregar a lo anterior, que ocurren y generan un paradigma peligroso o caldo de cultivo para esa vorágine criminal que engulle migrantes en las rutas migratorias y los lugares de origen y destino.

No siempre hay una idealización de un paraíso a donde debemos ir, cuando se produce una planificación del ejercicio de migrar, seguramente se ha buscado información de las rutas, las formas de pasar en estas rutas, los medios económicos y estructuras culturales de los lugares de destino, pero cuando la decisión se toma por un shock que desborda al individuo y lo obliga a cruzar las fronteras sin planificación ni recursos que garanticen el más mínimo bienestar, eso es una fuga, un escape de un escenario que se puede llevarse la vida, esta, por desgracia es una realidad donde los expulsores son violencia generalizada, persecución, narcotráfico, bandas de delincuencia organizada o las embestidas de la naturaleza por el cambio climático, que dicho sea de paso, son todas una constante.
Entre las cosas más grotescas que ocurren, se encuentran la esclavitud y la explotación sexual, las rutas migratorias son una especie de vorágine donde prospera todo tipo de explotación, potenciado por la industria de esclavitud sexual y laboral, sin embargo las bandas mejores organizadas, hacen reclutamientos en cualquier territorio, con un modus operandi de captación, reclutamiento traslado, venta y o explotación dentro de los mismos territorios u otros extra frontera, dada las condiciones infrahumanas, de precariedad o desespero en que suelen estar las personas migrantes.

El fraude, la coacción, la coerción y el engaño son las armas utilizadas por las organizaciones criminales para hacer prósperos sus negocios y alcanzar sus víctimas.
El reclutamiento, la trata y el tráfico ilícito de las personas con fines de explotación sexual; es un monstruo que está en todo el planeta y es coadyuvada por las normas de los estados que intentan cercenar la migración, casos recurrentes en Perú, Ecuador y Chile, EEUU y otros países de Europa y Asia, con las medidas de emergencia por covid.19 los cierres de fronteras fue casi generalizado y dejo a un importante número de familias y personas a merced de la suerte.
En la medida que se cierran las fronteras; las bandas criminales encuentran trochas y pasos no autorizados; hacen una empresa ilícita de ocasión y con ellas, todo el ecosistema de negocios turbios y obscuros contra la humanidad y los derechos de los migrantes.

Las personas que quedan bloqueadas aceptan, en no pocos casos; cualquier condición para sobrevivir incrementando la posibilidad de ocurrencia de esclavitud sexual y laboral; la industria pornográfica, centros de prostitución, a estas alturas, poco discriminan entre varones, mujeres o menores; al contrario todos tienen una utilidad enorme entre los consumidores de pornografía o directamente en la prostitución.
Hay un número importante de sobrevivientes movilizados; que han contado su relato y permiten tener una aproximación, a lo que ocurre en este lado obscuro de nuestra sociedad. Cuantificar las personas están sufriendo este flagelo, es una tarea imposible; se estima que el 99% de las víctimas de explotación sexual son mujeres.
También se dice, que la violencia sexual en contra de los hombres está creciendo aceleradamente y lo que es mucho peor, contra niñas y niños también.
Hay organizaciones que estiman en más de 4.5 millones, las personas que han sido víctimas de explotación sexual y trata, lo más dramático es que hay referencias que señalan que muy seguramente, por cada persona identificada como víctima, hay 20 más sin identificar.
Isabel, mujer venezolana, salió con sus dos pequeños hijos desde la capital de Venezuela, ayudada por una amiga quien le ofreció trabajo en Quito, Ecuador, al llegar le quitaron sus documentos y la condicionaron a ser sexoservidora. Por sus propios medios y valentía, en medio de la noche, logró escapar con sus hijos y consiguió ayuda de organizaciones de derechos humanos, hoy Isabel puede contar su historia para sensibilizar sobre los horrores que pasó.

Recientemente en la Ciudad de Buenos Aires Argentina una joven venezolana fue citada a una entrevista de trabajo, en el lugar fue drogada y abusada sexualmente según el relato de la familia, para suerte de la joven, la familia recibió mensajes de la víctima y lograron rescatarla; sin embargo, cuando llegaron los funcionarios, las evidencias hablaban que la joven había sido abusada sexualmente y estaba aún drogada.
Luisa; otra migrante Venezolana buscaba en Colombia un mejor futuro, sola hizo la ruta desde el centro del país en la frontera fue captada fue abordada por desconocidos quienes la trasladaron a un lugar donde habían más mujeres cuyo destino era ser mercancía sexual, la cercanía de un operativo policial hizo que los victimarios huyeran abandonando a las mujeres.
Referimos los casos de las venezolanas porque son testimonios recientes y cercanos geográficamente hablando; pero la realidad es similar para todas las personas migrantes, en todo caso valdría la pena preguntarse con estos números tan altos; porque hay estados que toman medidas, y en algunos casos definen políticas, que les granjean oportunidades a las organizaciones delictivas y terminan yendo contra los ya vulnerados migrantes.
José León Toro Mejías
Fuente: Misionesonline