MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) – Naciones Unidas ha señalado este viernes que dos campamentos de refugiados situados en la región etíope de Tigray, en el norte de Etiopía, han quedado “completamente destruidos” durante los combates desencadenados a raíz de la ofensiva lanzada en noviembre por el Ejército contra el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF).
El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Boris Cheshirkov ha indicado que el organismo ha logrado acceder a los campamentos de Shimelba y Hitsats por primera vez desde noviembre y ha comprobado que las instalaciones han sido destruidas y saqueadas.
Así, ha indicado que en el caso de Hitsats, la mayoría de los alojamientos en la conocida como Zona A, además de las oficinas de ACNUR y la vivienda de invitados, “han sido incendiados hasta los cimientos”. “La misión ha confirmado lo que las imágenes por satélite y los relatos de los refugiados indicaban desde principios de año”, ha lamentado.
“ACNUR está profundamente preocupado por el bienestar de los refugiados eritreos que residían allí, todos los cuales han huido de los campamentos”, ha manifestado, antes de resaltar que la misión ha visitado la ciudad de Shiraro, donde se cree que están parte de los refugiados, que necesitarían “urgentemente” apoyo y seguridad.
Cheshirkov ha relatado que una futura misión intentará identificar a los refugiados que se encuentran en el lugar y “evaluar la posibilidad de que ACNUR y la Agencia de Etiopía para Asuntos de Refugiados y Retornados (ARRA) entreguen ayuda y un plan para la reubicación voluntaria”.
En este sentido, ha resaltado que, de los cerca de 20.000 refugiados que vivían en ambos campamentos, más de 7.000 han logrado llegar a otros dos campamentos –los de Mai Aini y Adi Arush–, ya sea por su cuenta o con apoyo de las autoridades etíopes. Asimismo, ACNUR está en contacto con más de 2.000 refugiados de Hitsats y Shimelba que están en Adís Abeba, Shire, Mekelle.
“En Mai Aini y Adi Harush se han dado alimentos y suministros vitales a los refugiados reubicados. En estos momentos viven con familiares, en escuelas u otros edificios comunitarios en los campamentos, que ya están por encima de sus capacidades, así como en cerca de 500 alojamientos recientemente construidos”, ha puntualizado.
Cheshirkov ha incidido en que “si bien otros cien alojamientos están siendo construidos, no serán suficientes” y ha añadido que “es necesaria la identificación urgente de ubicaciones alternativas para acoger a más refugiados que lleguen, especialmetne ante la llegada de la temporada de lluvias”.
Por otra parte, ha recordado que las autoridades locales “han informado de la presencia de cerca de 95.000 etíopes que son desplazados internos en el área administrativa de Shiraro”. “Cerca de 47.000 personas fueron registradas el mes pasar por las autoridades, mientras que el resto ha llegado desde entonces”, ha detallado.
“Hasta la fecha, la inmensa mayoría de los desplazados internos viven con la comunidad de acogida, y unos 30.000 viven en cinco asentamientos. En el campamento de Shimelba, el equipo humanitario encontró a más de 2.000 desplazados y miembros vulnerables de la comunidad de acogida que habían buscado protección en el campamento”, ha resaltado.
“NECESIDAD URGENTE DE AYUDA”
Cheshirkov ha incidido en que “todos los desplazados en Shiraro y Shimelba tienen la necesidad urgente de ayuda, incluidos alimentos, cobijo, sanidad, agua e higiene”, antes de pedir a todas las partes que “permitan urgentemente el movimiento libre y seguro de los afectados para buscar seguridad y ayuda, también a través de las fronteras internacionales, independientemente de su identificación étnica”. “Pedimos que el derecho a buscar asilo sea totalmente respetado”, ha remachado.
Alrededor de 100.000 refugiados eritreos vivían en cuatro campamentos en Tigray antes del inicio de las hostilidades. Las agencias humanitarias no habían logrado acceder a Shimbela y Hitsats, lo que ha hecho saltar las alarmas.
El director de la ARRA, Tesfaye Gobezay, anunció en febrero planes del Gobierno para cerrar los campamentos de Hitsats y Tesfaye y citó como motivos la cercanía de los campamentos a la frontera con Eritrea y la compleja geografía de la zona en la que están.
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, reconoció el martes por primera vez la entrada de fuerzas eritreas para apoyar al Ejército etíope en la ofensiva lanzada en noviembre contra el TPLF, algo que hasta entonces habían desmentido tanto Adís Abeba como Asmara.
Naciones Unidas y la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía (ECHR) anunciaron el jueves que habían alcanzado un acuerdo para llevar a cabo una investigación conjunta sobre las violaciones de los Derechos Humanos supuestamente cometidos “por todas las partes” en el marco del conflicto.
La propia EHRC acusó el miércoles a soldados de Eritrea de estar detrás de la matanza de más de cien civiles en la ciudad de Axum en el marco de la ofensiva contra el TPLF, que entonces gobernaba la región de Tigray.
La ONU dice que dos campamentos de refugiados en Etiopía han sido “completamente destruidos” en la ofensiva en Tigray
La ofensiva en Tigray arrancó el 4 de noviembre por orden del primer ministro en respuesta a un ataque del TPLF –que entonces gobernaba en Tigray– contra una base del Ejército en la capital regional, Mekelle, que se saldó con la muerte de un importante número de militares etíopes.
Fuente: europapress