Los agentes aseguraron que dispararon contra el motor de la embarcación en defensa propia
Tragedia en aguas del Mar Caribe. La Guardia Costera de Trinidad y Tobago disparó contra un peñero (pequeña embarcación pesquera) cargada con 20 emigrantes venezolanos, matando a un bebé de sólo nueve meses e hiriendo a su madre. Los agentes aseguraron que dispararon contra el motor de la embarcación en defensa propia.
“Se utilizaron todos los métodos disponibles, incluido el uso del megáfono, la bocina del barco, el reflector y las bengalas, para tratar de detener la embarcación sospechosa. De acuerdo con los protocolos, a continuación se emplearon disparos de advertencia delante de la embarcación”, reza la nota oficial sobre el incidente, producido en la noche del sábado frente a la costa sudeste de la isla trinitaria, publicado por el diario local Daily Express.
Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los hechos, aunque los guardacostas insisten en que sólo supieron que había “inmigrantes ilegales escondidos a bordo” cuando el barco se detuvo. Es entonces cuando “descubrieron a una migrante ilegal adulta que sostenía a un bebé que estaba sangrando”. La mujer también estaba herida.
“Es una tragedia. Se debe abrir una investigación para que haya justicia. Basta de disparos, náufragos y deportaciones”, protestó David Smolansky, comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis migratoria.
La ruta marítima hacia Trinidad y Tobago es una de las vías de escape de la diáspora venezolana, que ya suma entre seis y siete millones de emigrantes, la mayor del planeta. Los criollos huyen del derrumbe revolucionario desde las costas venezolanas, en esta ocasión desde Tucupita, capital del Delta Amacuro. El diario local Periódico del Delta asegura que la madre viajaba con otro hijo más.
Organizaciones civiles y familiares de emigrantes han denunciado de forma constante lo que consideran es mal trato por parte de las autoridades de Trinidad y Tobago, incluso esta semana se supo que al menos tres niños venezolanos llevan un año detenidos. Más de un centenar de personas han perdido la vida en los últimos cuatro años en los distintos naufragios durante la peligrosa travesía marítima.
“Arde en el alma que sigan muriendo migrantes venezolanos en la toda la región cuando huyen de una dictadura”, añadió Smonlansky. En las últimas semanas otra niña venezolana de siete años murió ahogada al intentar cruzar el Río Grande entre México y Estados Unidos.
Las organizaciones internacionales contabilizan más de mil venezolanos que abandonan su país cada día.
“Desde el gobierno legítimo de Venezuela pedimos justicia. No tienen justificación, lo mataron. Venezolanos en esa isla han sido víctimas de disparos, deportaciones y naufragios. ¡Basta de maltrato hacia nuestros emigrantes y refugiados por parte de un aliado de Maduro!”, denunció el presidente encargado, Juan Guaidó.
La revolución bolivariana mantiene buenas relaciones diplomáticas con Trinidad y Tobago, de hecho se trata de uno de sus aliados históricos en el Caribe. De hecho, el gobierno de Caracas ha recibido en las últimas horas al nuevo embajador trinitario, Edmund Dillon, “para dar continuidad a las “relaciones de cooperación y hermandad entre ambos países”.
Fuente: elmundo. es
