Las guerras y los conflictos civiles hacen que crezca el número de refugiados en el mundo. (Foto: ACNUR)
Más de 110 millones de humanos se convirtieron en refugiados y tuvieron una mudanza forzada. Del total, 43 millones son niños y adolescentes
El aumento del número de refugiados en la actualidad indica que estamos en presencia del mayor número de migrantes desde la Segunda Guerra Mundial, cuando se registraron 50 millones de muertos y se borraron para siempre las fronteras de muchos países.
Los migrantes por cuestiones ecológicas ya aparecen en el sexto lugar. Las voces más expertas en este tipo de diásporas señalan que las personas afectadas no acostumbran a buscar refugio en el exterior, sino que tienden a moverse internamente en su propio país, ya que tienen la esperanza de un pronto retorno.
En Argentina existen casos muy concretos. Los afectados por la inundación que generó la construcción de la gigantesca represa de Yacyretá, en el Norte de la Mesopotamia, abordaron con todas sus pertenencias el tren Gran Capitán en Posadas y generaron una villa de emergencia en el barrio porteño de Chacarita. Allí, sobre la calle Fraga y la avenida Federico Lacroze, se encuentra la estación final del FFCC Gral Urquiza.
Los desastres naturales acorralan a California
Se trata de una de las geografías más ricas del mundo, al punto que si se separara de los Estados Unidos, su PBI sería el quinto más importante del mundo. Sin embargo, los recurrentes incendios forestales allí registrados representan la principal causa de migración climática en los Estados Unidos, superando a Oregón y Colorado. En agosto del 2020, el Servicio Nacional del Clima (NWS) registró una temperatura de más de 54 °C en el Valle de la Muerte, al sur del gigantesco Golden State. Según The New York Times Magazine, esta fue “la temperatura más alta jamás medida en los EEUU”.
Las grandes sequías, de acuerdo con el gobernador demócrata Gavin Newsom, son producto del cambio climático y afectan a 41 de los 58 condados internos.
California siempre fue uno de los sitios escogidos por los norteamericanos y extranjeros para veranear. Sin embargo, actualmente, desde sus autopistas espléndidas puede apreciarse un desolador paisaje con miles de troncos negros y humeantes se consumen como colillas de cigarrillos sobre un gran cenicero.
Muchos adultos mayores de clase baja que sobrevivían con sus ajustadas pensiones se convirtieron de la noche a la mañana en “refugiados del fuego”. Una gran parte de ellos terminó viviendo en improvisados campamentos erigidos dentro de los parques públicos. En otros casos, habitan hoy en vehículos aparcados en estacionamientos de centros comerciales o en la vía pública. Son una suerte de “homeless sobre ruedas”.
El cine comenzó a retratar este fenómeno en filmes como “Normadland” al que la Academia de Hollywood le otorgó la estatuilla mayor de 2021 como mejor película del año. El largometraje mostraba la vida de los nuevos nómades que sobreviven como pueden a bordo de sus autos y camionetas. El fin del “sueño americano”.
En las últimas décadas, miles de familias se mudaron a Los Ángeles, San Diego, San Francisco o Monterrey en busca de vivir cerca de la naturaleza. Allí, había mucha agua y los bosques se sentían vivos, el suelo estaba siempre húmedo.
“Con la realidad del cambio climático muy clara en California, estamos tomando medidas urgentes para abordar las deficiencias agudas de suministro de agua en el norte y el centro de California, al mismo tiempo que construimos nuestra resiliencia del agua para proteger a las comunidades en las próximas décadas”, dijo el gobernador Newsom este año.
A menudo, los grandes medios de comunicación de los Estados Unidos solían presentar los desastres ambientales como cuestiones ajenas, algo que ocurría en países lejanos del “tercer mundo”. Pero, como señalara en una de sus últimas ediciones la prestigiosa publicación National Geographic, “los frecuentes desastres nos trajeron a casa la realidad del cambio climático“.
Fuente: diariouno.ar
