La educadora cordobesa, que desde el 2018 trabaja en La Guajira ayudando a menores abusados, recibió el Premio Nansen 2020 de manos de Filippo Grandi.
Mayerlin Vergara Pérez, la ganadora del Premio Nansen 2020, algo así como el Nobel que entrega la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), pudo recibir el galardón personalmente de manos del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados Filippo Grandi, quien estuvo en La Guajira.
“Fue un espacio muy emotivo, muy humano y privado en el que pudimos conversar sobre lo que pasa con los niños y adolescentes migrantes, tanto venezolanos como colombianos”, afirmó Mayerlin en diálogo con EL HERALDO.
Dijo que se habló de todo el trabajo que se viene haciendo, de los avances que se han tenido y de los planes que se tienen para este año.Lea también…
Filippo Grandi describió así en su cuenta de Twitter el encuentro con Mayerlin: “En 2020 entregué virtualmente el Premio Nansen para los refugiados a Mayerlin Vergara. Hoy pude entregárselo en persona en Riohacha. Para los niños y niñas sobrevivientes de violencia, venezolanos y colombianos, es una heroína. Un pequeño reconocimiento por su gran trabajo”.
La educadora, quien llegó a La Guajira en el 2018, dijo que continúa con el trabajo en las calles, con todas las medidas de protección porque no puede detenerse en la defensa de los menores que sufren explotación sexual y comercial.
“En el hogar hemos tenido a 92 menores atendidos y 40 de ellos han egresado o terminado el proceso”, precisó.
Explicó que estos niños, niñas o adolescentes que han salido del hogar, terminaron su proceso terapéutico y muchos de ellos regresaron con sus familias, a las que no veían hace mucho tiempo. “Son momentos importantes y emotivos de reunificación familiar”, expresó.
Para Mayerlin el premio de ACNUR fue una gran oportunidad de dar a conocer la situación de estos menores, de llegar a muchas más personas, no solo en Colombia, sino en todo el mundo, de transmitir a la sociedad el impacto profundo que sufren los niños y adolescentes cuando son explotados sexualmente.
“Se pudo hacer un llamado a la sociedad y a la institucionalidad sobre la importancia de atender adecuadamente a estos menores víctimas, quienes requieren atención terapéutica especializada y que muchos siguen sufriendo la vulneración de sus derechos”, indicó.
Dijo que se siguen viendo muchas situaciones de abuso y explotación sexual en las comunidades, en los asentamientos, algo que se ha profundizado con la pandemia, sobre todo en el entorno digital.
“Seguimos con el trabajo en las comunidades para ganar líderes y lideresas que puedan trabajar, fortaleciendo a jóvenes para que se conviertan en agentes multiplicadores, también trabajando con el sector privado y empresas turísticas para la adopción de códigos de conductos que permitan evitar la explotación sexual de menores”, explicó Mayerlin.
Fuente: El Heraldo