Foto de archivo. Un grupo de personas conversan en la estación migratoria Siglo XXI, ubicada en la localidad fronteriza de Tapachula, estado de Chiapas, que es considerada la más grande de Latinoamérica.
NICK OZA
El caos generado por las elecciones de Venezuela se resiente en la migración en México, donde la cifra de venezolanos interceptados por el Gobierno ha subido un 324% en lo que va del año y ya representan uno de cada cuatro migrantes irregulares en el país.
La Unidad de Política Migratoria del Gobierno de México reportó 89,718 venezolanos “en situación migratoria irregular” de enero a marzo de 2024, más de cuatro veces de lo reportado en el mismo lapso del año anterior, cuando registró 21,169. Con ello, Venezuela es el principal país de origen de los migrantes irregulares en México, donde representan el 24.94% de los 359,697 detectados en el primer trimestre del año, cuando hubo una subida general de casi 200%.
El fenómeno se percibe en particular en Tapachula, en la frontera de México con Centroamérica, donde venezolanos como Alban Estrada exponen que salieron ante los próximos comicios del 28 de julio, cuando el presidente Nicolás Maduro se encamina a la reelección tras la inhabilitación de la principal opositora, María Corina Machado. “El viaje como tal, de Venezuela a México, ha tenido un gran e increíble impacto entre venezolanos, muchos migrantes que nos podemos alcanzar en el Darién, Panamá, Costa Rica y todos los países que venimos recorriendo“, narró Estrada a EFE.
De hecho, Machado advirtió en marzo pasado de que, si Maduro se impone ”por la fuerza“ en las elecciones, Latinoamérica vivirá una presión migratoria ”nunca antes vista“. ”Están saliendo muchos venezolanos, salen a partir de 2,000 a 3,000 personas, pueden salir semanal, mensual, siempre es una cantidad muy grande”, comentó Estrada.
MÉXICO: ENTRE EL APOYO Y LOS OPERATIVOS
El éxodo ocurre mientras crecen los operativos migratorios en Estados Unidos y México, que este año también tienen elecciones presidenciales.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, destacó este lunes que las políticas de ambos países han propiciado una reducción de casi 56% en la migración irregular en la frontera común, con más de 12,000 detenciones diarias en diciembre que cayeron a 5,506 el 9 de mayo. “Estas medidas nos están ayudando para que no desborde el flujo migratorio. Sin embargo, insisto, falta la atención a las causas“, indicó.
En este contexto, el Gobierno mexicano anunció en marzo que otorga $110 mensuales por medio año a venezolanos devueltos a su país bajo programas sociales ante el acuerdo ‘Vuelta a la patria’ firmado con Maduro para que empresas de Venezuela y México en ese país den prácticas profesionales a los retornados.
UNA CRISIS Y UN FLUJO QUE NO CESA
Pero Alban Estrada y más compatriotas, como Nirva Espitia, indicaron que el apoyo que ofrece México no los desincentiva a salir de su país por la precariedad económica que afrontan. “(Abandonamos Venezuela) por la situación de nuestros hijos, por un futuro mejor y, como no hay trabajo, ya toca salir del país”, narró Espitia a EFE.
La suramericana reconoció los peligros que hay en el trayecto, pero indicó que es mejor que quedarse. “La ruta está fuerte, ha habido muchos secuestros, pero gracias a Dios no nos ha ido mal, confiando en Dios siempre. A mí me han tratado bien, un señor nos dio un aventón (llevó en el auto) hasta acá, nos dio comida, todo y hasta el momento bien”, expresó.
Este grupo de migrantes venezolanos en la frontera sur también ha afrontado la onda de calor en México, con temperaturas superiores a los 40 grados, por lo que muchos de ellos tienen que cubrirse del sol con cartones, mientras que otros se exponen a los rayos o buscan refugio bajo las carpas del Instituto Nacional de Migración (INM).
Fuente: elnuevoherald