Eda Sentíes Miranda/Veracruz. La pandemia y la inseguridad que impera en el estado ha obligado a migrantes centroamericanos a cambiar sus rutas para salvaguardar su salud e integridad, esto se ve reflejado en la disminución en el flujo de migrante que solía llegar a la iglesia Santa Ana de Boca del Río, donde se les brinda apoyo y comida.
A decir del párroco, Cecilio Herrera, los pocos migrantes que llegan a parroquia a solicitar comida niegan ser migrantes para proteger su integridad y evitar ser detectados por las bandas que extorsionan a los indocumentados.
«Algunos no se presentan como migrantes y sabemos que lo son (…) Yo creo que por el miedo y por todos los retenes que hay en el camino el flujo migratorio ha disminuido, hace unos días venía alguien ensangrentado de los pies lo habían herido, y se le ayudó (…) los retenes y por el riesgo de encontrarse con organizaciones criminales en el camino, sumado a la pandemia, son muchos aspectos», indicó.
Sin embargo, aseguro que la migración sigue siendo un fenómeno en crecimiento luego de que la pandemia lo contuviera durante muchos meses en el 2020.
Fuente: eldemocrata