El Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-Ucab) reveló en su más reciente informe que migrantes y refugiados venezolanos son víctimas de trabajo forzado, prostitución e incorporación a redes de contrabando o tráfico de drogas en países de Latinoamérica. Mujeres, niños, niñas y adolescentes son los grupos más vulnerables
Por: Andrea V. González G.
El informe del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH- Ucab) denominado “Formas de esclavitud moderna y su impacto en las personas migrantes forzadas y refugiadas venezolanas” reveló que las redes sociales e Internet son las principales vías de captación de víctimas.
El procedimiento – prosigue el estudio – consiste en realizar ofertas de trabajo engañosas en los países de destino e impulsar a los migrantes a salir, para luego ser sometidos a actividades propias de esclavitud moderna. Entre ellas, se encuentran la esclavitud tradicional, tráfico sexual, explotación sexual comercial de niños, matrimonio forzado y esclavitud sexual.
De acuerdo con la investigación, el contexto en que se realiza la migración venezolana a países de Latinoamérica coloca a los migrantes en situación vulnerable y estima que el país tiene una tasa 5,6 víctimas de esclavitud moderna por cada 1.000 habitantes.
El informe, elaborado bajo la dirección de la abogada y profesora Eumelis Moya, coordinadora del CDH-Ucab Guayana, reveló además que mujeres, niños y adolescentes son la población más afectada debido a las circunstancias irregulares en que se produce su movilidad. “Bien sea por temas rutas regulares e irregulares, o por documentación”, se lee en el documento. El centro aseguró que estos individuos son más propensos a ser captados por organizaciones de trata o tráfico humano.
Entre los factores que promueven la migración irregular de venezolanos, el informe expone tres razones principales: exiguas oportunidades para ingresar por vía regular a los países de acogida, dificultad de regularización que limitan la denuncia ante las autoridades por temor a represalias o deportación, falta de acceso a trabajos que los hace propensos a caer en dinámicas de explotación para poder subsistir económicamente.
Además, la investigación deja en claro cómo la falta de reconocimiento de las personas migrantes venezolanas como sujetos de protección internacional «obvia de forma agravada las prerrogativas que les asisten de acuerdo a las normas de carácter internacional, generando una revictimización soportada en el menoscabo de sus derechos fundamentales«.
10 hallazgos de esclavitud moderna
Del mismo modo, el estudio del CDH- Ucab devela 10 hallazgos fundamentales:
1.- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá, Trinidad y Tobago, República Dominicana, Costa Rica y Guyana reveló que 21% de 4.600 venezolanos encuestados fue obligado a trabajar sin recibir remuneración a cambio, o fue retenido en contra su voluntad desde que salió de Venezuela.
2.- En consonancia con lo denunciado por la OIM, se reconoce que los venezolanos son llevados al exterior por tratantes que emplean redes sociales como herramientas de captación. Contactan directamente a las víctimas ofreciéndoles trabajos como cuidadoras, atención al cliente, cursos de idiomas o estudios en el extranjero.
3.- El CDH-Ucab registró casos de mujeres que por cuenta propia o bajo engaño han sido trasladadas a Trinidad y Tobago, Colombia y Brasil. La mayoría de las víctimas en Trinidad y Tobago han sido captadas por ofertas de trabajo engañosas o de “prostitución consensuada”; sin embargo, una vez en el país son obligadas a prostituirse. En junio de 2021 se conoció que las víctimas deben pagar hasta 2.000 dólares por su libertad a las bandas organizadas de trata.
4.- En el caso de Brasil, se afirma que existen pruebas suficientes para asegurar la existencia de redes de trata de personas que captan a los migrantes para fines de explotación; los medios utilizados para la captación consisten en ofrecer servicios de transporte y ubicación en este país.
5.- En Colombia, Ecuador y Perú se afirma que la población de migrantes venezolanos, conformada por mujeres, niñas y personas LGBTIQ+, recurren a relaciones sexuales transaccionales. En Colombia, se identificó que las madres impulsan a sus hijas a realizar estas prácticas, mientras los hombres y adolescentes se dedican al contrabando de combustible y drogas.
6.- En el sur de Bolívar, en la frontera con Brasil; y en San Cristóbal y Ureña, en la frontera con Colombia, se conoce que las mujeres son captadas mediante ofertas de empleo engañosas ofrecidas por redes criminales transnacionales. Bajo la propuesta de trabajar en labores agrícolas o tareas domésticas, fincas, barequeo, minas de oro. Una vez llegan al lugar de destino, son explotadas sexualmente en negocios controlados por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos armados de delincuencia organizada.
7.- En el Norte de Santander se determinó que 90% de las trabajadoras sexuales son de nacionalidad venezolana. También se registró que hombres de nacionalidad colombiana ofrecen ayuda a mujeres venezolanas con niños a cambio de situaciones que implican servidumbre doméstica y esclavitud sexual. Por su parte, en la región del Catatumbo se pudo constatar la existencia de prácticas de situaciones que implican servidumbre doméstica y esclavitud sexual. Por su parte, en la región del Catatumbo se pudo constatar la existencia de prácticas de explotación sexual y sometimiento de niños y adolescentes venezolanos no escolarizados a situaciones similares a la esclavitud.
8.-En Bucaramanga (Colombia) se denunció la existencia de una red de alquiler de niños venezolanos que son utilizados para pedir limosnas en las calles. Se reveló que los padres son quienes alquilan a sus hijos a redes criminales y estas los obligan a realizar estas prácticas.
9.- En un estudio regional que abarcó cuatro países receptores de venezolanos (Colombia, Curazao, Ecuador y Trinidad y Tobago), sobre la explotación sexual y trata de mujeres y niñas venezolanas migrantes forzadas y refugiadas, se registró que la población llega a los países de la región con escasos recursos, desnutridas y pocas pertenencias personales. Esto ha generado que el trabajo sexual se convierta en el medio más común con el que cuentan para ganarse la vida.
10.- Los tratantes prometen regularización migratoria y empleo; no obstante, una vez en el país de destino, los migrantes son forzados a trabajar sin remuneración a cambio y a tener relaciones para poder subsistir. En los cruces fronterizos irregulares desde Venezuela a Colombia, las mujeres sin recursos para pagar a grupos armados son forzadas a pagar con relaciones sexuales. Mientras en algunos casos, los menores de edad son reclutados por estos grupos.
Fuente: elpitazo.