Un refugiado congoleño de 24 años que trabajaba de mozo en un balneario de la playa de Barra de Tijuca, en Río de Janeiro, fue asesinado a golpes tras reclamar 200 reales (unos 38 dólares) que le debían por dos días de trabajo.
La policía carioca investiga el crimen, al que vincula con un episodio de racismo y xenofobia.
La víctima, Moise Kabagambe, de 24 años, vivía con su familia en Brasil desde 2011 tras llegar a país como refugiado. Tanto él como su familia habían escapado de la guerra civil en su país hace una década.
Cómo fue el asesinato del joven congoleño
Kabagambe había trabajado dos días en el bar Tropicalia, en uno de los balnearios de Barra de Tijuca, un moderno y floreciente suburbio del oeste de Río. Cuando fue a reclamar el pago, Moise fue asesinado a golpes y palazos por un grupo de al menos tres personas.
Uno de los supuestos agresores de Moise se entregó este martes en una comisaría de la ciudad, reportó la agencia de noticias oficial Télam.
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El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional de Migraciones (OIM) y el Programa de Refugiados de Cáritas exigieron justicia y se solidarizaron con la familia de la víctima.
El joven congoleño fue torturado y golpeado con un bate de béisbol
Según las cámaras de seguridad que grabaron la agresión, el joven congoleño fue golpeado por varias personas. Los atacantes usaron pedazos de madera y hasta un bate de beisbol. Incluso, cuando ya estaba inconsciente en el suelo, uno de los atacantes lo ató con una soga.
Tras la muerte, al menos dos personas que al parecer no participaron del ataque se turnaron para intentar reanimarlo a través de masajes cardíacos, pero ya era tarde.
“Es una vergüenza, mi hijo amaba a Brasil. Moise tenía todos amigos brasileños, trabajaba muy bien en la playa desde muy joven. Los brasileños mataron a mi hijo, a nosotros que escapamos de la guerra”, dijo la madre de la víctima en el entierro.
El gobernador de Río, Claudio Castro, prometió una investigación para encontrar y sancionar a los culpables. Mientras tanto, los diputados de la Asamblea Legislativa del estado convocaron, junto con organizaciones de derechos humanos y refugiados, a una manifestación para pedir justicia por este crimen que conmociona a la sociedad brasileña.
Fuente: TN
