19 febrero 2021 – 19:20
Trípoli, 19 feb (EFE).- Patrulleras libias interceptaron hoy a 340 personas que pretendían cruzar el Mediterráneo en embarcaciones precarias y las devolvieron de inmediato a Libia pese a no ser este un país considerado seguro, informó la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
Según Safa Msehli, portavoz de la citada agencia en Libia, trabajadores de la OIM ofrecieron los primeros auxilios a los migrantes en el puerto antes de que estos quedaran a disposición de las autoridades y fueran trasladados a centros de detención en Trípoli y sus alrededores.
“Personal de IOM se desplazó al lugar de desembarco en Trípoli para ayudar a 340 hombres, mujeres y niños, que fueron devueltos a Libia hoy por la guardia costera. Aunque nuestro personal no deja de brindar ayuda de emergencia tras el desembarco, la OIM reitera que Libia no es un puerto seguro”, recalcó.
Según cifras de esta agencia vinculada a la ONU, desde comienzos de febrero más de 2.000 personas han sido interceptadas en alta mar por la Guardia Costera libia, un cuerpo formado en su mayoría por la Unión Europea y que está bajo la sospecha de distintas organizaciones humanitarias internacionales por sus supuestos vínculos con las mafias que se dedican al lucrativo negocio del contrabando de personas.
En esta “ruta migratoria del Mediterráneo Central”, considerada la más mortífera del mundo, navega y trabaja el barco Astral, fletado por la organización “Open Arms”, que en apenas una semana ha rescatado a 146 más.
Libia, un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi es el epicentro de la llamada ruta migratoria del Mediterráneo Central, considerada la más mortífera del mundo.
Desde entonces más de un millón de personas se han aventurado desde sus playas en busca de un futuro en el norte del Mediterráneo.
La semana pasada, la OIM instó a la Unión Europea (UE) y a sus Estados miembros a adoptar medidas urgentes que frenen los rechazos, las expulsiones colectivas y el uso de la violencia contra migrantes y refugiados, incluidos los niños, tanto en el exterior de la UE como en sus fronteras marítimas. EFE
Fuente: swissinfo