Los más de 200 refugiados de la minoría rohinyá que llegaron en barco a Indonesia el martes están sufriendo el rechazo de parte de la población de la provincia indonesia de Aceh que quieren que vuelvan al mar, según confirmaron este miércoles la ONG Kontras y las autoridades locales.
Con la llegada de ese nuevo barco a las costas de Aceh, la más occidental de Indonesia, son ya mil los refugiados de esta minoría étnica que arribaron a la misma zona este mes.
Azharul Husna, portavoz de la ONG Kontras en Aceh, indicó a EFE que el rechazo de la población se debía por el miedo a enfermedades contagiosas, pero no mencionaron ninguna en concreto.
Según la organización, que trabaja en Aceh para la acogida y asistencia de los refugiados, un total de 219 personas llegaron a la isla de Sabang entrada la noche del martes, entre ellas 56 niños.
Otros de los motivos aducidos era que los rohinyás -una minoría musulmana perseguida en Birmania– no tenían pasaporte, aunque Husna atribuyó a la «ignorancia» la hostilidad hacia los refugiados.
Por su parte, la Policía de Sabang informó en un comunicado de que «los lugareños rechazaron su llegada». «Sin embargo, los residentes preparan ahora víveres para los rohinyá para que puedan continuar su viaje», afirmó Erwan, jefe de Policía de Sabang.
Con el último desembarco, el número de rohinyás que arribaron a la costa norte de Indonesia en la última semana ya asciende a 1.084 personas, de las cuales casi la mitad (465) son niños.
El pasado viernes, un barco con cerca de 200 personas se quedó a la deriva por varias horas después de que Indonesia le negara el permiso para que atracara en la costa, una decisión que provocó críticas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
A lo largo del fin de semana, otros barcos, con más de 500 rohinyás, sí recibieron autorización y lograron desembarcar en Aceh, en medio de una nueva llegada masiva de embarcaciones con miembros de esta comunidad que arriesgan sus vidas para buscar refugio en países vecinos.
Cerca de 3.500 personas de la etnia rohinyá se embarcaron en 2022 en las peligrosas travesías oceánicas del mar de Andamán y la bahía de Bengala en un intento de huir de Birmania, donde no son reconocidas como ciudadanos y cuya persecución militar llevó a un éxodo masivo, según ACNUR.
La institución apunta además que al menos 348 individuos murieron o desaparecieron en esas travesías el año pasado.
El brutal operativo que el Ejército birmano lanzó en agosto de 2017 contra la población rohinyá en el norte del estado de Rakáin (Arakan) motivó el éxodo de más de 720.000 refugiados a la vecina Bangladés y le rindió a Birmania una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya.
Fuente: larepublica.ec