Con el objetivo de reducir la migración irregular hacia su país, República Dominicana anunció la construcción de un muro en la frontera que comparte con Haití. Sería una estructura de casi 400 kilómetros de longitud que estaría reforzada con tecnología. La medida reabre el debate sobre el uso de barreras de concreto para el control migratorio.
¿Puentes o más muros? La última sería la opción de República Dominicana para controlar su frontera. El Gobierno planea levantar una estructura que bloquee el paso hacia su país desde Haití y así regularizar el tránsito desde el lado occidental de la isla.
El polémico anuncio lo hizo el presidente dominicano, Luis Abinader, durante su primer informe anual de gestión. “En la segunda mitad de este año 2021 comenzaremos a construir en la línea divisoria entre ambos países, República Dominicana y Haití (…) e incluirá una doble verja perimetral en los tramos más conflictivos y una simple en el resto. Además de sensores de movimiento, cámaras de reconocimiento facial, radares y sistemas de rayos infrarrojos”, explicó.
Los trabajos podrían comenzar el segundo semestre de 2021, parte de un plan gubernamental –con plazo a dos años– para blindar los pasos fronterizos.
El anuncio se da después de que República Dominicana y Haití firmaran en enero un acuerdo de compromiso contra el flujo migratorio irregular y que contempla la cedulación de haitianos residentes en territorio dominicano y la construcción de hospitales de maternidad del lado haitiano de la frontera. Sin embargo, son medidas que no compensan lo que significaría el cierre de los pasos con un muro.
Dicha frontera es un límite de continuo intercambio comercial y tránsito e incluso sectores como la agricultura y la construcción se nutren de mano de obra extranjera para su labor.
‘No se está respetando la dignidad y el derecho de los inmigrantes’
Algunos dominicanos reaccionan a favor de la barrera. “Yo digo que eso está bien porque aquí en la República Dominicana hay muchos haitianos, está lleno, uno no puede ir ni para el médico porque está lleno de haitianos en todas partes”, señala Lucía, una joven dominicana que reside en el “pequeño Haití”, un barrio en Santo Domingo donde conviven ciudadanos de ambos países.
Pero para defensores de Derechos Humanos, el muro es una medida que agudiza la situación de los haitianos en la isla. Así lo explica William Charpentier, coordinador de la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados. “Es una persecución permanente. Lamentamos realmente que un Gobierno que dice ser de cambio, no esté respetando mínimamente la dignidad y el derecho de los inmigrantes en la República Dominicana”, señala.
En República Dominicana viven 10,5 millones de personas, de ellos, 500.000 son haitianos. Pero el éxodo no solo se registra hacia el país vecino, miles transitan por países de América Latina huyendo de la desigualdad, pobreza y crisis institucional que sufre Haití.
Fuente: France24