Más de 500,000 personas menores de 17 años están en condición de abandono en el país. El 66 % vive sin su padre y el 21.8 % sin su madre.
Más de 70,000 niños, niñas y adolescentes viven sin uno o ambos padres debido a que estos decidieron migrar, revela la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2021. La EHPM, realizada por la extinta Dirección General de Estadísticas y Censos (DIGESTYC), no aclara las razones por las que estos padres migraron, pero ayer diferentes voces coincidieron en que la falta de oportunidades está expulsando a los ciudadanos.
Los datos de la EHPM indican que 502,700 personas de 17 años o menos viven en situación de abandono en El Salvador. De estas, 70,569 es porque su padre, su madre o ambos migraron. De esta cifra, el 66 % (47,111) vive sin su papá, el 21.8 % (15,402) sin su mamá y el 11.4 % (8,056) sin ambos, detalla la encuesta.
Durante un evento por el Día Internacional de la Persona Migrante, el presidente del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), Amado Cerrud, señaló que la falta de oportunidades en los países centroamericanos es una de las razones que obligan a migrar. “En la medida en que los gobiernos tengan incidencia en temas puntuales de la seguridad, laboral, niveles de oportunidad de la población, tema económico, entonces los niveles de movimiento de la región hacia la búsqueda de mayores oportunidades de las familias va a disminuir”, afirmó.
Michael Zambrano, director de País de la organización Ayuda en Acción, dijo que migrar es un derecho humano, “pero se convierte en un problema cuando se realiza de manera forzada e irregular”.
Pero los jóvenes también están migrando por la falta de empleo y la inseguridad, aseguraron ayer alcaldes salvadoreños durante la presentación del proyecto “Es aquí: mi camino, mi futuro” , que cuenta con el acompañamiento del Centro de Capacitación y Promoción de la Democracia (CECADE) y busca reducir las migraciones.
Gustavo Andrade, alcalde de San Isidro, Cabañas, aseguró que en ese lugar los grupos delincuenciales siempre “presionan” para que los jóvenes huyan de sus viviendas. “Últimamente el tema de la delincuencia ha estado bastante presente y eso ha presionado para que los jóvenes tengan que migrar”, apuntó. Agregó que han existido amenazas para reclutar a jóvenes en grupos de pandillas “y eso ha hecho que ellos mejor migren en vez de entrar de manera forzosa (a las pandillas)”.
También explicó que ese no es un problema reciente y que el desplazamiento a causa de la delincuencia es un tema que tiene años en el municipio.
En contraste con San Isidro, en Jocoaitique, Morazán, la población joven está abandonando sus lugares de origen para formar parte de la Fuerza Armada y, según el alcalde Geovany Sánchez, esto se está convirtiendo en un problema para la municipalidad. “Una comunidad que tenía 60 jóvenes, la mitad se han ido porque no tenemos una educación inclusiva. Se han bajado los niveles de educación”, dijo.
Fuente: laprensagrafica