
Más de dos millones de personas cruzaron la frontera desde Ucrania tras el inicio de la invasión rusa, según cifras de Naciones Unidas de este martes.
La Unión Europea anunció que no exigirá visas a refugiados ucranianos y que estos podrán permanecer y trabajar en los países del bloque según una directiva que podría extenderse hasta tres años.
Reino Unido, en cambio, solo permite el ingreso con visa de ucranianos que tengan familiares con ciertos grados de parentesco, o que sean patrocinados, una segunda opción que aún no ha sido clarificada.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, le dijo a la BBC que Reino Unido debe acelerar el procesamiento de visas para refugiados de Ucrania, y aseguró que Londres hará más para ayudar a quienes huyen de la guerra.
Hasta el momento se otorgaron 300 visas a refugiados de Ucrania y se han recibido 17.700 aplicaciones, según datos del Ministerio del Interior británico.
Más de 500 refugiados ucranianos están varados en Calais, del lado francés del canal de la Mancha, desde donde esperan llegar a territorio británico para reunirse con familiares. Sin embargo, muchos se topan con carteles dirigiéndolos a centros de procesamiento de visas en París o Bruselas.
Tras críticas del gobierno francés, que acusó a Reino Unido de “falta de humanidad”, la ministra del Interior británica, Priti Patel, dijo que su departamento había enviado una representación a Calais y aseguró que no se había rechazado a ningún refugiado ucraniano.
El periodista Mark Easton, de la BBC, relata la historia de una familia ucraniana en Calais.
Cuando recibió la noticia, Misha Raminishvili estaba próximo a la desesperación y su hija lloraba. Su esposa, María, tenía una mirada ausente que delataba una travesía infernal que aún no termina.
“No hay visas hasta dentro de una semana por lo menos”, dijo Misha. “Nadie puede ayudarnos en Calais”.
Me encontré a Misha, con su esposa ucraniana María y sus dos hijos, en un hostal que alberga a 137 refugiados de Ucrania.
Misha tiene una casa en la localidad de Hornchurch, en el este de Londres, y repartía su tiempo entre Reino Unido y Ucrania.
Él y su hijo, Misha Jr, tienen pasaporte británico. Pero su esposa María y su hija no, por lo que requieren visas para ingresar a Reino Unido con los correspondientes controles biométricos.

La familia ha estado varada en este puerto francés por cinco días, sin poder cruzar el canal de la Mancha hacia Reino Unido en lo que sería el última tramo de una travesía que comenzó el 24 de febrero.
Maria caminó al inicio del viaje cerca de 72 km hasta la frontera con Rumania para poder reunirse con Misha.
“Me siento excluido,” me dijo Misha en Calais. ¿Quién más va a ayudarme sino mi proprio gobierno?
Más de 500 refugiados ucranianos se encuentran actualmente en Calais esperando llegar a Reino Unido.
Entre ellos hay familias con niños pequeños y bebés, así como mujeres de avanzada edad, que han cruzado todo un continente huyendo de la guerra.
Muchos de estos refugiados relatan que intentaron ingresar a territorio británico, pero fueron rechazados por agentes fronterizos por no tener los documentos necesarios.
A pesar de las afirmaciones de la ministra del Interior Priti Patel, quien aseguró que había enviado un equipo para ayudar en el terreno en Calais y negó que se rechazara a nadie, hay frustración y desesperación entre quienes intentan navegar la burocracia.
Una presencia del Ministerio del Interior británico en un edificio administrativo local desapareció esta mañana. Y un cartel en el hostal aconseja a los refugiados que se dirijan a Bruselas o París para solicitar una visa.
Algunos refugiados desesperados regresaron del edifício administrativo diciendo que ya no sabían qué hacer o a dónde ir.
Eventualmente, Misha logró hablar con un funcionario fronterizo quien le aconsejó que fuera a un edificio al otro lado de Calais.
Misha tiene un vehículo y pudo ir hasta allí. Pero al llegar se encontró con que la representación del Ministerio del Interior británico consistía en tres hombres sentados tras una mesa con paquetes de papas fritas y barras de chocolate.
Cuando Misha les preguntó cómo podia ingresar a Inglaterra con su familia, le dijeron que podía marcar hora para el 15 de marzo en un centro de procesamiento de visas en París.
“Otra semana varado aquí”, lamentó Misha. “Nunca en mi vida pedí ningún tipo de ayuda oficial, y la primera vez que pido asistencia al gobierno, así es como me tratan. Estoy decepcionado”.

El Ministerio del Interior en Londres había prometido a los refugiados que llegaran a Calais que recibirían ayuda para completar la último etapa de su largo viaje.
Sin embargo, el ministerio anunció en un comunicado: “No hay un centro de aplicación de visas en Calais y la gente no debe ir allí”.
“Quien desee una visa bajo el Programa Familiar para Ucrania, Ukraine Family Scheme, debe solicitarla en línea y luego dirigirse al centro más próximo de procesamiento de visas”.
“El único centro para obtener una visa en Francia está en París”.
Una voluntaria de Care4Calais, una ONG que ayuda a refugiados en esta localidad francesa, se ha transformado en una persona de referencia para muchos de los ucranianos en el hostal.
Pero la propia voluntaria expresó su frustración ante la falta de información y apoyo de parte de las autoridades británicas.
El primer ministro, Boris Johnson, dijo que Reino Unido será “muy, muy generoso” en su ayuda a los refugiados ucranianos que lleguen a Reino Unido.
Pero en Calais, la gente que huye de la guerra en Ucrania dice encontrar una actitud diferente al llegar a la frontera.
Fuente: BBC