Dos trailers partieron el jueves desde Berriozar en respuesta a la llamada de la Media Luna saharaui
IVÁN BENÍTEZ Actualizada 08/03/2021 a las 06:00
“Es difícil expresar lo que sentimos. Hicimos un llamamiento de auxilio a la población navarra pero no sabíamos cómo se iba a responder. Y mira todo esto… “. Carol García Pellejeros, presidenta de la Asociación Navarra de Amigos del Sáhara (ANAS), y Mohamed Galiani, subdelegado del Frente Polisario en Navarra, terminan de embalar el último de los 44 palés de 750 kilogramos de alimentos, una hora antes de que aparezcan los dos trailers que los transportarán al puerto de Alicante. Son las doce.
Ataviada con la melfa tradicional saharaui y unos ojos cansados por el mes y medio de intenso trabajo, Carol y Mohamed comprueban cada torre de alimentos plastificada: 3.100 litros de aceite de oliva, 5.050 kg de legumbres, 4.100 kg de arroz, 1.500 kg de azúcar, 5.600 de conservas, 4.500 kg de pasta, 500 kg de material sanitario y pañales para adultos, 200 kg de miel, 500 kg de galletas, 100 kg de compresas, 3.800 kg de jabón y gel, 1.000 kg de leche infantil etc. “Navarra con el Sáhara”, se lee en la superficie de cada palé. “Estamos emocionados, con ganas de ver a nuestros niños por un agujero al recibir todo esto”, prosigue desmigando sensaciones. “Son 31.000 kilos para 180.000 personas refugiadas, no es mucho, pero si todos aportamos una cucharada de aceite… Todo esto es el resultado del esfuerzo de las familias de acogidas, que han movilizado a sus municipios. Sin duda, Vacaciones en Paz ha sido el motor”.
El inicio del conflicto en el Sáhara Occidental, el cierre de fronteras, la suspensión de los últimos viajes y del programa de acogida ha impedido la entrada de la ayuda de hasta mil kilos mensuales que las familias enviaban a los campamentos. Ante esta realidad, la Media Luna Saharaui realizó un llamamiento a la solidaridad para llevar a cabo una campaña en todas las comunidades. Mohamed Galiani, subdelegado del Frente Polisario en Navarra, lanzó la propuesta y Carol Pellejeros, desde la Asociación Navarra de Amigos del Sáhara (ANAS) y otras organizaciones amigas reaccionaron. Y de qué manera. Porque en apenas un mes y medio consiguieron reunir esta cantidad, nunca antes superada en otras caravanas. Gracias al Ayuntamiento de Berriozar, que les cedió una nave en la Avenida Guipúzcoa 17, han podido acumular y organizar la mercancía durante este mes y medio.
“Ha respondido Navarra cuando más lo necesita el pueblo saharaui”, reflexiona el delegado saharaui, Lehebib Breica, que también se sumó a las labores de carga con su hijo Buel-la. “En los campamentos tenemos malnutrición. El pueblo saharaui depende de la ayuda internacional y no está llegado mucha cantidad”, lamentaba. Los dos trailers, procedentes de Andosilla, llegan puntuales a Berriozar y hoy el cargamento descansa en el puerto de Alicante. Carolina Pellejeros no se ha separado de los 31.000 kilos desde que partieron. Y no lo hará hasta que zarpe en ferry hacia el 18 de marzo. “Toda esta recogida es como nuestros hijos que regresan al Sáhara con nuestros otros hijos”, describe, al ver los palés dentro. Desembarcará en Orán (Argelia) y continuará por vía terrestre, en tres camiones donados y todoterrenos, hacia los campamentos.
NACIONES UNIDAS
El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, presentó unos meses antes del inicio de la pandemia, el 2 de octubre, el informe semestral sobre la situación en el Sáhara Occidental al Consejo de Seguridad de la ONU. Guterres revelaba entonces una situación “deteriorada de los Derechos Humanos” en el Sáhara Occidental ocupado y en los campamentos saharauis.
“La prevalencia de la desnutrición y la anemia siguen siendo problemas de salud pública”, detallaba. “ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos continúan trabajando estrechamente en el tratamiento y la prevención de la anemia, el retraso en el crecimiento y la desnutrición entre los bebés, los niños y niñas y las mujeres embarazadas y lactantes”, dijo Guterres. El PMA proporcionaba entonces tentempiés a más de 40,000 niños y niñas en las escuelas primarias y jardines de infancia para alentar la asistencia. “Los refugiados dependen en gran medida de la asistencia alimentaria y solo el 12% de la población de los campamentos saharauis tiene seguridad alimentaria”, añadía en octubre de 2019. “El principal desafío para los actores humanitarios sigue siendo el déficit de financiación”, denunciaba Guterres.
“ACNUR está luchando por cumplir con los estándares internacionales en sus actividades que salvan vidas en las áreas de protección, vivienda, agua y saneamiento, salud, nutrición, educación, energía, provisión de artículos no alimentarios y medios de subsistencia. Pero ninguno de los objetivos para 2018 se logró en estos sectores”, reveló. Además, “la partida de personal cualificado hacia trabajos mejor remunerados (fuga de cerebros) en varios sectores como la salud y la educación (debido a la falta de incentivos financieros y condiciones de trabajo) se están convirtiendo en una preocupación importante”, concluía el informe.
David Iselmu Lehbib, director del hospital de la Wilaya de Smara: “Necesitamos alimento para bebés, sus madres sufren graves anemias”
A la escasez de medios sanitarios se une en este desierto el problema de la malnutrición. Si antes de la pandemia Naciones Unidas alertaba de la situación crítica, el director del Hospital de Smara, la wilaya (distrito) más poblada de los campamentos, hace hoy un llamamiento a través de Diario de Navarra tras ponerse en contacto vía telefónica: “Sobre la salud en los campamentos hay que separar dos temas muy importantes ahora. Primero, covid. Nuestro gobierno ha hecho una estrategia con la que hemos evitado que gran parte de la población se contagie y eso que contamos con pocos métodos de higiene como mascarillas, geles…”, explica el médico saharaui. “Sobre el tema de la malnutrición, está siendo muy alto por la falta de alimentos con vitaminas y hierro. Se necesita elevar la canasta básica. Muchas mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz tienen graves anemias y urge alimento para bebés. Hubo unos años en los campamentos que esto había mejorado pero ahora tras el descenso de ayuda humanitaria y el cierre de fronteras está volviendo a subir el número de casos de malnutrición. Estamos hablando de más de un 40% de los casos de mujeres, niños y ancianos que son los que están ahora en los campamentos”.
Fuente: diariodenavarra