Huérfano y tutor de sus hermanos pequeños, fue capturado por invasores rusos y hoy ayuda a sus compatriotas desde Juntos por la Vida
-¿Cómo y cuando decidió escapar de la guerra?
-Al principio de la invasión a gran escala de Rusia. Mi hermana y yo estábamos en Vilne. El 24 de febrero comenzamos a escuchar explosiones cada día más fuertes. En marzo comenzaron operaciones militares en pueblos y ciudades vecinas. No era broma. Después fue capturado mi pueblo en territorio ocupado. El ejército ruso me cogió cautivo tres días y me llevó a Dokuchaevsk. Después me dejaron marchar. Mi hermana y mi amigo no podíamos simplemente sentarnos y esperar a que los rusos nos mataran. Recogimos las cosas y fuimos a Zaporizhia. Luego a Lviv y de Lviv, Przemysl y Polonia. Y de allí a Valencia.
-¿Qué ha dejado atrás?
-Corazón y alma. Casa, familia, amigos, fotos, trabajo…
-¿Cómo afronta un ser humano algo como la guerra?
-Cada uno de manera diferente. Algunos intentan poner fin a esto. Otros ayudan con todos los medios a su alcance. Rodeado de familiares o comprobando que están a salvo. Es difícil responder a esta pregunta porque todos somos diferentes.
-¿Cuál ha sido el momento más difícil hasta la fecha?
-Las lágrimas de mi hermana cuando me llevaron al cautiverio ruso.
-¿Cómo recaló en Valencia?
-Ya conocía la Comunitat Valenciana desde 2020. En Kiev conocí a Clara Arnal, presidenta Clara de la Fundación Juntos por la Vida. Mi día a día ahora pasa por estar con amigos y familiares. Cada día es diferente. Aprendo el idioma, paso tiempo con la familia, trabajo, voy al gimnasio, voy al cine…
-¿Con qué se queda de esta tierra valenciana?
-Con la familiaridad, el sol y la gran disposición a ayudar de la gente.
-¿Cuáles son sus sueños y proyectos?
-Casarme, estudiar, aprender el idioma, trabajar y trabajar una vez más para crearme un nuevo futuro. Pero ¿dónde ir? Mi lugar está ocupado y todas las grandes ciudades que están cerca destruidas en un 80%. Tengo que aprovechar la oportunidad de vivir aquí y ahora. Así que en los próximos años estaré en España.
-Mi hermano ya estaba en España antes gracias a la Fundación Juntós Por La Vida. Le gusta mucho estar aquí. Mi hermana y yo estamos acostumbrándonos. Ya son adultos. Entienden lo que está pasando y saben que la vida no es tan fácil como nos gustaría.
-¿Qué le empujó a unirse a Juntos por la Vida como voluntario?
-No puedo quedarme de brazos cruzados cuando mi país y mis paisanos necesitan ayuda. Juntos Por la Vida se ocupó de la ayuda humanitaria para Ucrania y la evacuación y decidí unirme.
-¿Qué significa este reconocimiento de LAS PROVINCIAS?
-Una gran motivación para toda mi familia y un apoyo para trabajar más. Espero que cada día más ucranianos ayuden a nuestro país. No importa dónde estés. Lo importante es lo que haces cada día para ganar y prestar el apoyo necesario.
Fuente: lasprovincias.es