Foto: Un grupo de migrantes que llegó este martes al muelle de Arguineguín. JOSÉ CARLOS GUERRA
Podrían llenarse páginas con los nombres de las personas que perdieron la vida en la ruta canaria de la inmigración a lo largo del año pasado. En total, 1.153 migrantes, según un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Cada una con su intrahistoria y anhelos, murieron en su intento de llegar a Europa a través de las Islas con la esperanza de mejorar su futuro y el de sus familias. Un drama que trasciende las cifras anuales de muertos, a las que cabe sumar los incontables desaparecidos en los naufragios silenciosos, sin supervivientes y sin testigos. Este año la realidad no ha cambiado mucho, pues en los primeros cuatro meses se ha registrado el fallecimiento o desaparición de cerca de 200 migrantes, los últimos 25 esta semana, cuando una mujer murió ahogada y otras 24 personas desaparecieron al volcar la patera en la que viajaban, minutos antes de ser rescatados por Salvamento Marítimo. El documento de Acnur recoge también que otros 1.924 migrantes murieron en las rutas del Mediterráneo, además de las que fallecieron en el Atlántico, y alerta de un aumento del número de fallecidos respecto al año anterior en estas vías, cuando fallecieron 1.776 personas en total.
Cruz Roja ha atendido en las costas canarias a 6.608 personas, entre ellos 890 mujeres y 817 menores, en lo que va de año
El viernes se reunirá en Rabat el Grupo Hispano-Marroquí sobre Migraciones para «relanzar y reforzar la cooperación» en este ámbito. Una reunión enmarcada en el acuerdo adoptado por ambos Estados tras la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el monarca alauí, Mohamed VI, tras el viraje del Ejecutivo español apoyando el plan de autonomía de Marruecos en el Sáhara Occidental. El objetivo de España es que el país vecino colabore activamente en la contención de los flujos migratorios. Así, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, destacó que, a raíz de esta nueva etapa en las relaciones bilaterales, se había logrado reducir la entrada irregular de africanos al Archipiélago. Sin embargo, desde que el 15 de marzo Sánchez envió la carta al rey marroquí, han llegado a las Islas 1.584 personas de manera irregular.
En el marco del dispositivo de atención a llegadas y en colaboración con el Ministerio de Interior, en lo que va de año Cruz Roja ha atendido en las costas canarias a 6.608 personas, entre ellos 890 mujeres y 817 menores; mientras que en el mismo periodo del año pasado los voluntarios de la ONG atendieron a pie de playa a 4.502 migrantes, de los que 646 eran mujeres y 817 niños y jóvenes. Lo que supone un incremento de las llegadas del 31,8% con respecto al primer cuatrimestre de 2021.
El informe de Acnur destaca que más de la mitad de las expediciones hacia Canarias parten desde las costas de Dajla y El Aaiún, en el Sáhara Occidental, y alerta de que la mayor parte de las travesías, que pueden llegar a durar hasta diez días, se realizan en embarcaciones hinchables no aptas para la navegación. El cierre de una ruta migratoria lleva a que las mafias busquen otras vías más largas, peligrosas y duras. Por esto, cuando se cortó el flujo por el mar de Alborán y se cerraron las fronteras con la llegada de la covid-19, se intensificaron las llegadas a través de la ruta atlántica, generando la crisis migratoria de 2020 en Canarias. La agencia de la ONU solicita apoyo para ofrecer alternativas a estos peligrosos viajes y evitar que las personas se conviertan en víctimas de los traficantes.
Un centenar de organizaciones civiles reclamaron hoy la creación de corredores humanitarios y vías seguras para el tránsito de migrantes con las que evitar «muertes innecesarias», algo que se ha demostrado posible con la acogida que está dando Europa a los millones de refugiados por la guerra de Ucrania. «Mientras se centran esfuerzos en acoger a personas europeas y que, por tanto, despiertan la empatía de los poderes públicos y de los ciudadanos, se condena a la muerte a otros seres humanos que buscan refugio seguro», apuntan en un comunicado conjunto.
«Nos violaron y nos robaron»
El informe sobre migraciones que Acnur presentó ayer recoge el testimonio de una mujer camerunesa que llegó a Canarias en 2021. Relata que fue hasta Nigeria en piragua, durmió en las calles de Lagos y caminó durante horas por el desierto de Níger sin agua. En la frontera de Argelia tuvieron que utilizar su ropa para rescatar a personas que cayeron en una trinchera y pagaron a los touaregs para que los llevaran hasta Marruecos. Tras días caminando por el bosque en la frontera entre Argelia y Marruecos para evitar a la policía argelina, fueron arrestados. «Nos robaron y nos violaron, tanto a hombres como a mujeres, no importaba. Probablemente fue ahí donde contraje el VIH», rememora la mujer, quien durante más de un año intentó llegar a España desde Tánger y Nador. «La ruta desde Dajla o El Aaiún es más peligrosa, pero es la única opción. Si te quedas en tu país, mueres de todos modos», reconoce.
Fuente: eldia.es