Unas 20.000 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares desde el golpe de Estado ocurrido en Níger el 26 de julio, principalmente en la zona próxima a la frontera con Mali y Burkina Faso, indicó hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Según señaló en rueda de prensa en Ginebra el representante de la organización en Níger, Emmanuel Gignac, la mayoría de los desplazamientos se han producido en la zona de Tillaberi, junto a la mencionada frontera, donde han aumentado las acciones violentas de grupos armados no estatales.
Otros desplazamientos se han producido en Diffa, localidad cercana a la frontera con Nigeria, señaló Gignac.
El responsable de ACNUR en Níger afirmó que la crisis política aún no ha degenerado en una humanitaria, pero indicó que la situación es cada vez más preocupante, “con crecientes riesgos de que haya personas víctimas de matrimonios prematuros, violencia sexual, tráfico y explotación”.
También subrayó que las sanciones y cierres fronterizos impuestos a Níger por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) podrían contribuir a un empeoramiento de la situación humanitaria, al haber causado un aumento de los precios de los alimentos y los bienes básicos.
“Desearíamos que se establecieran excepciones en estas sanciones para la entrada de ayuda humanitaria, en un momento frágil para el país, de transición entre sus estaciones agrícolas”, señaló Gignac.
Recordó que Níger ha sido en los últimos años un país de acogida de refugiados de otros países que huían de la violencia yihadista y otras crisis: actualmente acoge a unos 350.000 de solicitantes de asilo, cifra similar a la de sus desplazados internos anteriores al golpe.
Incluso tras la asonada militar se han seguido registrando flujos de refugiados hacia Níger, aunque en pequeñas cantidades: unos 2.500 entraron en el país procedentes de Nigeria, Mali y Burkina Faso, indicó el responsable de ACNUR en la rueda de prensa. EFE
Fuente: Infobae