24 marzo 2021 – 10:08(AFP)
Las autoridades de Bangladés defendieron el miércoles el uso de alambradas de púas alrededor de los extensos campos de refugiados rohinyás en el sur del país, que según varias organizaciones habrían impedido a muchos escapar de un incendio devastador que dejó al menos a 15 muertos.
“No creo que esas vallas hayan obstaculizado los esfuerzos de rescate. Hay suficientes caminos en los campamentos y cientos de nuestros funcionarios, policías y voluntarios estaban presentes para socorrerlos”, afirmó a la AFP el comisionado para Refugiados de Bangladés, Shah Rezwan Hayat.
“Las vallas de alambre de púas se erigieron en el límite exterior de los campamentos para garantizar la seguridad de los rohinyás. Si las vallas sirvieron de barrera, ¿cómo pudieron entrar decenas de camiones de bomberos y furgones de policía en los 20 minutos siguientes al incendio?” preguntó.
Según las Naciones Unidas, organizaciones de ayuda a los refugiados y los dirigentes rohinyás, los alambres de púas obstaculizaron la labor de rescate y causaron heridas a personas que trataban de salvarse del incendio el lunes en campamentos de Cox’s Bazar, que destruyó unas 10.000 chozas de refugiados.
“Los esfuerzos de rescate resultaron difíciles por las alambradas del recinto”, afirmó en una declaración conjunta las Naciones Unidas y las agencias de ayuda locales e internacionales.
La ONU habló el martes de 15 muertos, 560 heridos, 400 desaparecidos y 45.000 personas desplazadas.
Hayat rechazó la cifra de 400 desaparecidos, afirmando que la mayoría de rohinyás afectados se refugiaron en casas de familiares o amigos en campamentos cercanos y en otros sitios.
Según Hayat, las investigaciones sugieren que el fuego salió de una estufa en una choza de refugiados, antes de propagarse rápidamente debido al fuerte viento y a bombonas de gas.
Casi un millón de rohinyás, una minoría musulmana de Birmania, viven en condiciones precarias, en refugios hechos de bambú y lonas, en campos del distrito de Cox’s Bazar, tras huir de la represión militar en su país en 2017.
Fuente: swissinfo