En Francia, los ciudadanos comunes han optado por ayudar a los demás, incluso si eso significa poner en riesgo su propia libertad, su trabajo y su comodidad. Vienen de todas las clases sociales y profesiones, pero comparten el deseo de ofrecer una mano amiga a los migrantes que llegan a Francia desde África, Medio Oriente, Europa del Este, Asia Central y otros lugares. Ofrecen su ayuda sin distinción, tanto a los que quieren quedarse, como a los que esperan cruzar el Canal de la Mancha para llegar a Reino Unido. Nuestros reporteros fueron al encuentro de estos ‘buenos samaritanos’.
Para este informe, conocimos a tres familias que están ayudando cada una a su manera: las que van a los campamentos de refugiados y migrantes, y las que deciden acoger a los migrantes en sus hogares.
Recientemente, los empresarios franceses también han tomado medidas para ayudar a los migrantes. Ante la escasez de mano de obra, ellos están buscando capacitar y contratar a los migrantes, quienes se han convertido en sus aprendices. Sin embargo, muchos de ellos enfrentan la amenaza de ser expulsados del país.
Estos ‘buenos samaritanos’ son también una puerta para conocer y comprender mejor a quienes han llegado de tierras lejanas con la esperanza de una vida mejor en territorio francés.
Fuente: France24