La crisis humanitaria en el Darién tiene como protagonistas a los niños, principales afectados en el cruce de esta selva rumbo a destinos como Estados Unidos – crédito Bienvenido Velasco/EFE
De acuerdo con diversos organismos internacionales y regionales, los Gobiernos de Colombia y Panamá deben consolidar medidas especiales de protección para los menores de edad que cruzan en solitario o con sus familias por la peligrosa selva
Por Oscar Mauricio López
La gran mayoría de las personas que cruzan la selva del Darién, entre la frontera de Colombia con Panamá, son de origen venezolano. Sin embargo, también hay ecuatorianos y haitianos que atraviesan este tramo en busca de un mejor futuro en Estados Unidos en calidad de migrantes ilegales.
A este panorama se suma el hecho de que miles de niños, solos o en compañía de sus familias, transitan por esta ruta expuestos a condiciones que hacen parte de la crisis humanitaria, como condiciones graves de salud por el clima o la violencia perpetrada por grupos armados que mantienen el control territorial.
Sobre este fenómeno, el jefe regional de Comunicación de Unicef para América Latina y el Caribe, Laurent Duvillier, indicó en diálogo con Deutsche Welle (DW) que muchos de los niños, niñas y adolescentes se convierten en caminantes por problemas estructurales que afectan sus hogares; “desde la pobreza hasta las consecuencias socioeconómicas de la pandemia del Covid-19”.
También dijo que las dinámicas migratorias se transformaron, no solo para quienes le huyen a la crisis económica que se vive en el régimen de Venezuela, sino en los demás países que tienen crisis relacionadas con la desigualdad y el aumento de la violencia generada por el narcotráfico.
La alta circulación de menores por el Darién genera la misma posibilidad de riesgo para sus vidas. Según un reciente reporte de la oenegé Médicos sin Fronteras, la mala situación ha generado una falta de capacidad médica para los caminantes por parte de las organizaciones presentes en el territorio.
“Las organizaciones humanitarias no damos abasto ante el incremento de personas que llegan a diario. En las últimas semanas hemos tenido días de hasta 3.000 migrantes en un solo punto”, expresó a finales de agosto José Lobo, coordinador de terreno en el Darién panameño de esta ONG.
Sumado a esto, testimonios recogidos por la agencia alemana de prensa dieron cuenta del nivel de exposición que tienen los menores en este peligroso cruce. “Vi niñas ahogándose con sus madres. Vi a una mamá con un bebé lactante muertos dentro de una carpa. De hecho, en una ocasión, durante una creciente del río, vi a una mamá y su niña de año y medio ahogándose y algo me dijo que tenía que ayudarlas”, aseguró uno de los migrantes que sobrevivió a su paso por el Darién.
Desde Naciones Unidas informaron que solo en 2022 cerca de 600 niñas, niños y jóvenes cruzaron en solitario el Darién. En esa medida, diversos colectivos sociales hicieron un fuerte llamado al Gobierno nacional con el de Panamá para articularse y crear una red interinstitucional que permita la oportuna atención de los menores de edad que diariamente atraviesan este cruce.
Durante el domingo 17 de septiembre, el presidente Gustavo Petro dijo que una de las recomendaciones de Estados Unidos fue “tapar el Tapón” con medidas que incluyen, según su discurso entregado en Queens (Nueva York) la construcción de un muro para impedir el flujo de migrantes por esa zona y dijo que Colombia no había vivido una situación similar que, según su estimado, podría alcanzar los tres millones de migrantes por ese paso.
“El poder político de este país –Estados Unidos– quiere que tapemos el Tapón, como si eso fuera fácil, y que construyamos una especie de muro para que no pase gente hacia los Estados Unidos. Nos han pedido que corramos la frontera de México con Estados Unidos en sus puestos de migración para que se instalen puestos de migración en Colombia con cierto temor por parte de nosotros”, explicó Petro.
Fuente: infobae