SEÑOR DIRECTOR
A propósito de la masiva llegada de migrantes a la comuna de Colchane, la solución al problema migratorio no es una zanja que divida y cierre las fronteras, al estilo de muros que han querido ser levantados para cerrar el horizonte común que solo logra dejar encerrados en sí mismos.
Si bien es cierto que para lograr mayor dignidad a las migraciones, es necesario desarrollar políticas públicas internacionales y nacionales que permitan y garanticen el derecho a emigrar hacia tierras hermanas en busca de ayuda y de mejores oportunidades. Pero, también se debe garantizar el “derecho a no emigrar, es decir, a tener las condiciones para permanecer en la propia tierra” (Fratelli Tutti, 38).
Se debe resguardar el derecho a encontrar en ella protección, oportunidades y todo lo necesario para el desarrollo integral de la persona.
Además, se debe recordar que, al salir una persona hacia otro país o continente, buscando mejores oportunidades, no solamente se desgarra la vida del que emigra, sino que también desgarra a familias y sociedades completas que se quedan en la patria. Sin negar tampoco el aporte a la cultura y a la sociedad que se realiza en las migraciones. Por ello considero necesario, que, frente a problemáticas de migración, no debemos pensar el problema de “ellos”, sino de “nosotros”, como hermanos de una misma casa común.
Ricardo Ramírez Basualdo
Fuente: La Tercera Chile