Ramón Coc, padre de Laura, migrante desaparecida en el desierto. — Andrea Godínez / MIGRAR Y DESAPARECER
La migración de Laura y su hermano inició hace 13 años. Querían ir a Estados Unidos para enviar dinero a su familia, como muchas personas en Guatemala. Pero no lo lograron. Como ella, al menos 817 migrantes guatemaltecos desaparecieron entre 2010 y marzo de 2023.
MIGRAR Y DESAPARECER
La migración de Laura y su hermano inició hace 13 años. Querían ir a Estados Unidos para enviar dinero a su familia, como muchas personas en Guatemala. Pero no lo lograron. Como ella, al menos 817 migrantes guatemaltecos desaparecieron entre 2010 y marzo de 2023. La misma Cancillería del país reconoce que hay más, que ese número —que surge de los reportes de desaparecidos ante su oficina— es un subregistro.
Entre ese trailer, la montaña de Guatemala, la desesperación y la tristeza de la búsqueda de hijos e hijas desaparecidos transcurre este texto.
15 de enero de 2009
Laura Coc tiene 18 años y se postula para ser reina de belleza de su aldea, en Xesuj, San Martín Jilotepeque, Guatemala. Lleva el pelo negro, peinado con simpleza: raya al medio y recogido en una coleta baja. Viste, como sus contrincantes, un traje tradicional: el huipil, la cintura bien marcada con una faja de flores y la falda larga. Se para un poco de costado para la foto que va a inmortalizar su participación en el concurso de belleza 2008-2009. Con una sonrisa tímida mira a la cámara y espera.
Amanece en el desierto de Arizona. Del borde del cielo brota la luz del sol proyectando una gama de naranjas sobre el paisaje uniforme. Las siluetas de los cactus parecen soldados a la espera. El cuerpo sin vida de Laura Coc yace debajo de un arbusto lleno de espinas. Su hermano la dejó ahí cuando se dio cuenta de que si no buscaba ayuda moriría él también.
27 de marzo de 2023
Un forense del Condado de Pima, en Arizona, Estados Unidos, saca una caja de una pila que llega hasta el techo de un trailer de camión. Al costado, debajo del hueco que sirve de manija, la caja tiene una hoja pegada con un número de caso. El forense levanta la tapa y saca un cráneo que forma parte de restos humanos sin identificar.
Cada día, durante los últimos 13 años de su vida, cuando escucha a los perros ladrar en su casa arriba de la montaña en Guatemala, Román Coc piensa que es Laura, su hija. ¿Sabrá encontrar la casa?, se pregunta, porque hace un tiempo cambiaron la entrada.
¿Cuántas como Laura?
Sólo entre 2010 y marzo de 2023 se reportaron ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala 817 personas desaparecidas en otros países. Más de la mitad tenía entre 18 y 30 años, y salieron de sus casas en los departamentos de Guatemala, Quetzaltenango, Huehuetenango y San Marcos. Los últimos dos están en la frontera con México.
De ellas, 52 eran mujeres. Pero estos datos no son públicos ni accesibles para las familias: se consiguieron a través de solicitudes de acceso a la información pública realizados para esta investigación ante la Cancillería de ese país.
En ese mismo ministerio existe un subregistro de los migrantes guatemaltecos desaparecidos, reconocido por el vicecónsul de la Cancillería, Geovani René Castillo Polanco, en una entrevista realizada para esta investigación:
— ¿Le parece un número real o puede haber más?
— Puede haber más. Es lamentable decirlo pero en el desierto se encuentran muchos cuerpos apilados. A veces los mismos compañeros migrantes los sepultan, a veces los coyotes [traficantes de personas] los desaparecen. Pero esa cifra no es real, hay cifras más abultadas.
Sin embargo, el subregistro no es potestad sólo de Guatemala. Los migrantes reportados como desaparecidos en México entre 2017 y 2022 varían de acuerdo a quién se le pregunte. Pueden ser 1.270 según fiscalías estatales, o 124, como lo reporta en su base pública la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).