Estambul, 15 oct (EFE).- La ONG Human Rights Watch (HRW) acusó este viernes a Turquía de violar la ley internacional al maltratar y “devolver en caliente” a Irán a refugiados afganos que llegan a suelo turco por la frontera con ese país.
Según los testimonios recogidos en Turquía e Irán por la organización defensora de los derechos humanos, soldados turcos que vigilan la frontera iraní maltratan a los refugiados afganos que atraviesan clandestinamente esa linde para llegar a suelo turco y los fuerzan a volver a Irán.
La organización recuerda que las “devoluciones en caliente” violan la ley internacional, en especial la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, que estipula el derecho de toda persona que entra en un país a solicitar asilo a sus autoridades.
Los Estados están obligados a tramitar esas peticiones antes de decidir si deportan al solicitante o le conceden asilo.
La nota detalla los testimonios de varios afganos que aseguran haber salido de su país poco antes o después de la toma de poder de la milicia talibán en Kabul, en agosto pasado.
Entre otros, relataron a HRW que fueron “devueltos en caliente” varias veces a Irán y que los soldados turcos les propinaron tales palizas que algunos necesitaron atención médica por fracturas óseas.
Además, les quitaron todas sus pertenencias, como dinero, móviles o incluso ropa, y las quemaron delante de ellos, como advertencia para que no vuelvan a intentar cruzar de nuevo la frontera.
Otros fueron trasladados primero a un centro de internamiento y luego deportados, y también hay informes de afganos detenidos y llevados a la frontera tras un tiempo de estancia ilegal en Turquía.
Estas denuncias son similares a las de numerosos refugiados que intentan cruzar de Turquía a Grecia y que atribuyen una similar actitud violenta e ilegal a los guardias fronterizos helenos, testimonios que Ankara difunde a menudo acusando a Atenas por el comportamiento ilegal de sus agentes fronterizos.
El Gobierno turco niega practicar devoluciones en caliente, pero sí asegura “rechazar” cada año a cientos de miles de personas que intentan entrar clandestinamente en Turquía.
En agosto pasado, el director general de Administración provincial turca, Kürsat Kirbiyik, precisó que Turquía había “impedido la entrada” de 505.375 migrantes en 2020 y 280.374 en lo que iba de año (2021).
El Gobierno también asegura deportar a afganos desde Estambul por avión, si bien abogados de derechos humanos han señalado a Efe que al recurrir una orden de expulsión a Afganistán, ésta se suele anular por tratarse de un país en guerra.
HRW pide a la canciller alemana, Angela Merkel, que se reunirá mañana en Estambul con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ejercer presión para que Ankara ponga fin a las expulsiones colectivas de afganos e investigue las alegaciones de devoluciones en caliente. EFE
Fuente: Swissinfo
