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Los combates entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han provocado ya que casi tres millones de personas hayan abandonado sus hogares, tanto para moverse a otras zonas del país como para cruzar las fronteras hacia naciones vecinas, según un nuevo balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La ONU tiene registrados más de 2,2 millones de desplazados internos, mientras que casi 700.000 han huido a otros países de la zona. Dentro de este último grupo, dos de cada tres refugiados han sido identificados como sudaneses, mientras que el resto son refugiados retornados o ciudadanos de terceros países.
La capital, Jartum, y la región de Darfur concentran el grueso de los combates y también son las zonas que más desplazamiento generan. En el caso de Darfur, “la situación se está deteriorando drásticamente”, según la OIM, que ha advertido de que ya hay 24,7 millones de personas en Sudán -la mitad de la población- que necesitan de forma urgente ayuda humanitaria.
El director de la OIM para Oriente Próximo y el norte de África, Othman Belbeisi, ha reclamado en un comunicado “un alto el fuego permanente” y la eliminación de cualquier obstáculo burocrático para garantizar que haya corredores humanitarios y la ayuda llegue a las zonas que son ahora más inaccesibles.
Varias agencias de la ONU alertaron el miércoles del repunte de la violencia de género y pusieron el foco, entre otras cuestiones, en la especial vulnerabilidad de mujeres y niñas que se desplazan “en busca de lugares más seguros”. Para ellas, “el riesgo de violencia sexual es especialmente alto”, por lo que Naciones Unidas quiere reforzar la vigilancia en lugares de recepción y acogida, también en países vecinos.
Fuente: europapress.es