Luxemburgo, 21 jun (EFE).- El ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis, acusó este lunes a Bielorrusia de “chantaje” al permitir que cada vez más inmigrantes, principalmente de Irak, crucen la frontera de la república báltica, miembro de la Unión Europea (UE), desde el país que lidera Alexandr Lukashenko.
De hecho, Lituania abrió el viernes un campo de refugiados en Pabrade (este) para atender a los inmigrantes que llegan de manera creciente en los últimos días.
Preguntado a su llegada a la reunión de ministros de Exteriores de la UE que se celebra en Luxemburgo hoy por si considera “alguna forma de chantaje” las acciones bielorrusas, Landsbergis respondió sin rodeos: “Desde luego”, dijo.
También señaló que el régimen de Lukashenko “utiliza como armas” los flujos migratorios que llegan a Lituania.
“Durante el fin de semana, en los últimos días, recibimos, creo, más de treinta refugiados, que fueron traídos por los guardias de fronteras de Bielorrusia. Así que tenemos información de que el Gobierno bielorruso está facilitando su llegada desde Irak y Turquía hasta Minsk, y después se les conduce a la frontera lituana, donde cruzan la frontera y piden asilo”, indicó.
Explicó que en la actualidad el país báltico acoge a “más de 400 personas que cruzaron en los últimos meses”.
“Había una promesa hecha por Lukashenko tras la declaración bastante ruidosa de Lituania de que los acontecimientos con el avión (de Ryanair desviado a Minsk para detener al periodista Roman Protasevich) eran totalmente inaceptables”, señaló.
En ese sentido, detalló que Lukashenko dijo tras la denuncia lituana que “solía parar a los refugiados” que buscaban cruzar la frontera hasta llegar a la Unión Europea, pero que “ahora no hará eso”.
Argumentó que si bien Bielorrusia tiene frontera con tres Estados miembros del club comunitario (Polonia, Letonia y Lituania), los refugiados solo están llegando a ese tercer Estado miembro.
“Lituania no solo está acogiendo a grandes grupos de la oposición bielorrusa, sino que también fue contundente sobre la situación en Bielorrusia”, aseveró, por lo que consideró que se trata de una forma de presionar “para que no hablemos tan alto o incluso cambiemos nuestra política, pero eso nunca sucederá”.
Advirtió de que si los flujos migratorios no se detienen o incrementan tras la nueva tanda de sanciones que los ministros esperan aprobar hoy “podríamos necesitar ayuda y asistencia de países europeos o de instituciones europeas, como Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas)”.
Especificó que el mayor grupo de inmigrantes procede de Irak, pero también hay personas que llegan desde Siria, Afganistán, Sri Lanka y Rusia.
Declaró que como Rusia está apoyando al régimen de Lukashenko, las sanciones europeas contra Bielorrusia también afectarán de manera indirecta a Rusia, y agregó que el presidente ruso, Vladímir Putin, puede terminar llamando a su homólogo bielorruso “y pedirle no dar ciertos pasos, o liberar presos políticos, o intentar cambiar las políticas”. EFE
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Fuente:swissinfo