Hay al menos 21,5 millones de migrantes climáticos según la Agencia de la ONU para los refugiados. Foto de archivo de Efe.

Cada año, 21,5 millones de personas deben abandonar sus hogares y trasladarse a otras regiones de su propio país o al extranjero, debido a los peligros que causan la creciente intensidad y frecuencia de eventos climáticos extremos. La cifra de 21,5 millones de migrantes climáticos fue proporcionada por la Agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR.

Los eventos extremos son fenómenos climáticos, de gran intensidad y poca frecuencia, que tienen efectos ambientales y sociales adversos. Por ejemplo, lluvias inusualmente fuertes, sequías prolongadas, desertificación, degradación ambiental, ciclones o aumento del nivel del mar.

Estados Unidos publicó un informe detallado sobre el tema de la migración climática en octubre de 2021. Este informe marca la primera vez que el gobierno de EEUU reconoce oficialmente el vínculo entre el cambio climático y la migración.

Hasta la fecha, esta movilidad ha sido principalmente interna y cada vez más un fenómeno urbano, con muchos de los desplazados migrando a grandes ciudades.

Los pronósticos varían, pero un estudio ampliamente citado, de la Universidad de las Naciones Unidas, sugiere que habrá 200 millones de migrantes ambientales para 2050.

El Instituto para la Economía y la Paz informa que más de mil millones de personas viven en 31 naciones donde es poco probable que la resiliencia del país pueda resistir el impacto de los eventos ecológicos para 2050.

Jesse Keenan, profesor asociado de bienes raíces en la escuela de arquitectura de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, estudia la intersección de la adaptación al cambio climático y el entorno construido, estimó que 50 millones de estadounidenses podrían eventualmente mudarse dentro del país a regiones como New England o el Alto del Medio Oeste en busca de un refugio de los impactos climáticos severos.

El profesor predijo que es probable que la migración impulsada por áreas costeras cada vez más inhabitables ocurra más temprano que tarde, citando la última estimación federal de que los niveles del mar costero de EEUU aumentarán hasta un pie para 2050.

Otra proyección, de Matthew Hauer, profesor asistente de sociología de la Universidad Estatal de Florida, es que 13,1 millones de estadounidenses se mudarán debido al aumento del nivel del mar (sin tomar en cuenta sequías, incendios forestales y otros) para el año 2100, según las proyecciones de que los mares a lo largo de la costa de los EEUU aumentarán un promedio de 1,8 metros (casi seis pies) para entonces.

El Pacto Mundial sobre los Refugiados reconoce que “el clima, la degradación ambiental y los desastres naturales interactúan cada vez más con las causas detrás de los desplazamientos de refugiados”, pero sin embargo quienes abandonan sus países en el contexto del cambio climático o desastres no califican para la protección bajo el derecho internacional.

La Convención de Refugiados de 1951 ofrece protección a quienes huyen de la guerra y el conflicto y enfrentan persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social en particular u opinión política.

De acuerdo con Sean McAllister, escritor de la revista Zurich, los conflictos empeoran con la crisis climática y pone como ejemplo lo sucedido en Siria: “La desertificación de tierras de cultivo anteriormente fértiles entre 2006 y 2010 significó que el rendimiento de los cultivos cayera en picada, 800 mil personas perdieron sus ingresos y murió el 85% del ganado del país. A medida que las personas perdían sus medios de subsistencia, los precios de los alimentos se disparaban y 1,5 millones de trabajadores rurales se mudaron a la ciudad en busca de trabajo. Los que se quedaron atrás enfrentando la pobreza fueron un blanco fácil para los reclutadores del Estado Islámico. Estos no son los únicos factores que llevaron a la guerra civil siria, con la Primavera Árabe y las estrictas restricciones del gobierno sirio jugando un papel clave. Pero los problemas sociales causados por el cambio climático contribuyeron a exacerbar las tensiones existentes. El resultado fue un conflicto que alimentó las peores crisis de refugiados del mundo en décadas, con alrededor de 6,6 millones de sirios (aproximadamente una cuarta parte de la población) obligados a huir de su país”.

Según ACNUR, 95% de todos los desplazamientos por conflictos en 2020 ocurrieron en países vulnerables o altamente vulnerables al cambio climático.

La abogada, Helena Olea, directora asociada de programas de la organización Alianza Américas, cree que las víctimas de los eventos extremos están en condición de vulnerabilidad y en Centroamérica podría estar sucediendo algo similar a lo que pasó en Siria. “Es importante reconocer la vulnerabilidad de estas personas y cómo los criminales y las pandillas se aprovechan de la pobreza y la desesperación”.

Los patrones climáticos extremos en el corredor seco de Centroamérica, compuesto por El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, han aumentado la pobreza y la inseguridad de las familias dependientes de la agricultura, contribuyendo al desplazamiento y la migración.

Si estas familias llegan a la frontera sur de los EEUU en busca de protección debido a las privaciones económicas inducidas por el clima, serían rechazadas.

La abogada Olea opina que el Estatus de Protección Temporal (TPS) no sería una solución: “No es una solución porque no permite entrar en EE. UU, tendría que existir otra forma de ingresar al país, por ejemplo, una visa por cambio climático”.

Fuente: eltiempolatino