La Fundación Microfinanzas ha iniciado el programa a través de un banco comunal en los cinco países de la región donde tiene presencia y donde ha logrado implementar otros programas de responsabilidad social y corporativa.
A través de la Fundación, sólo en 2021 se atendieron a unos 79.000 migrantes, entre desplazados y refugiados, en esos países latinoamericanos, en coordinación con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, (ACNUR), según datos de la entidad.
Los flujos migratorios de refugiados se calculan en unos 100 millones de personas en todo el mundo, según estimaciones de Naciones Unidas y el Banco Mundial, con sede en Washington, que ha pedido a gobiernos y al sector privado dinamizar sus plataformas para insertar a los migrantes en la vida productiva.
En su mayoría estas diásporas huyen por diversas razones, que van desde persecución, violaciones de derechos humanos, inseguridad ciudadana, inclemencias climáticas, entre otras causas, lo que implica un reto para su incursión en los lugares de destino.
“Es imprescindible que existan estos mecanismos desde un carácter socioeconómico porque la economía está muy ligada a la calidad de vida de las personas, tanto de los familiares que se quedan como de las personas que buscan nuevas oportunidades”, opinó Marenco.
Para este experto, iniciativas como esta deben contar con respaldo de programas de acompañamiento que permitan lograr un desarrollo pleno de las economías de las familias migrantes y refugiados.
Venezuela ha encabezado una crisis de desplazados que registró el año pasado más de 5 millones migrantes en busca de nuevos horizontes en los países vecinos, en el resto del continente americano y Europa. Perú y Colombia han acogido la mayor cantidad de venezolanos que huyen de su país.
Fuente: vozdeamerica
