Brasil de Fato /Resumen Latinoamericano / 29 de mayo de 2023.
Esta imagen de abril de 2023 muestra a migrantes interceptados por la Guardia Nacional de Túnez cuando intentaban cruzar el Mediterráneo. Actualmente, muchos están siendo enviados al desierto – Shutterstock
Abandonados en la frontera con Libia y Argelia, algunos mueren de sed, otros beben su propia orina para sobrevivir
Mientras la Unión Europea se prepara para enviar dinero a Túnez como parte de un acuerdo migratorio de 1.000 millones de euros (5.340 millones de reales), grupos de derechos humanos piden una postura más dura ante las acusaciones de que el gobierno tunecino estaría devolviendo personas a las zonas desérticas de la frontera. , a menudo con resultados fatales.
Según un funcionario de una gran organización intergubernamental, más de 4.000 personas fueron reubicadas en julio en zonas militares en las fronteras con Libia y Argelia. Los migrantes del África subsahariana relatan su horror al ser devueltos a la fuerza a regiones remotas desérticas, donde, según informes, algunos murieron de sed.
“Unas 1.200 personas fueron devueltas a la frontera libia sólo en la primera semana de julio”, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato con The Guardian. A finales de agosto, añadió, al menos siete personas habían muerto de sed tras su regreso. Una ONG que trabaja con refugiados estima que este número es mucho mayor, entre 50 y 70.
Las cifras contradicen las del Ministro del Interior de Túnez, Kamel Fekih, quien el mes pasado admitió que “pequeños grupos de seis a 12 personas” estaban siendo devueltos, pero negó malos tratos o deportación colectiva.
Estas revelaciones podrían aumentar la presión sobre los legisladores europeos para exigir medidas adoptadas por las autoridades tunecinas, en el marco del acuerdo destinado a frenar la migración irregular. La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, dijo la semana pasada que los derechos humanos y el Estado de derecho no habían sido “debidamente considerados”.
Lo que dicen los inmigrantes
En una serie de entrevistas realizadas a casi 50 inmigrantes, la mayoría confirmó que habían sido devueltos por la fuerza al desierto.
“A principios de julio, la policía tunecina nos capturó en Sfax (una ciudad costera)”, dijo Salma, una nigeriana de 28 años. “A mi hijo de dos años y a mí nos recogieron unos agentes de policía y nos devolvieron al desierto en la frontera con Libia. Mi marido fue capturado por otros guardias fronterizos y no sé qué le pasó. No he “No supe nada de él desde entonces, porque mientras nos lo devolvieron, perdí mi celular.”
“Nos devolvieron al desierto tres veces, la última vez a finales de julio. Los guardias fronterizos tunecinos nos golpearon, nos robaron el dinero y los teléfonos móviles. En el desierto no teníamos agua. Tuve que beber mi propia orina para sobrevivir”, informó Michael, también nigeriano, de 38 años.
The Guardian dice que también habló con Pato Crepin, un camerunés cuya esposa e hija, Fati Dosso y Marie, de seis años, murieron a mediados de julio en una zona remota del desierto de Libia después de ser devueltas por las autoridades tunecinas. “Yo debería haber estado en su lugar”, dijo Crepin, quien desde entonces ha sido enviado de regreso a Libia.
Tierra de nadie
Si bien la frontera con Libia ha sido durante mucho tiempo el foco de este tipo de actividades, los informes indican que la frontera con Argelia, una especie de vasta tierra de nadie menos controlada, también se está utilizando para este tipo de eliminación de seres humanos.
Quince personas entrevistadas por el periódico británico afirmaron haber sido obligadas a regresar a la frontera con Argelia.
“Me arrestaron en Túnez (capital de Túnez) y me llevaron cerca de Kasserine, una ciudad en la frontera con Argelia”, dijo Djibril Tabeté, un senegalés de 22 años. “Nos dejaron a pocos kilómetros de la frontera. Luego nos ordenaron subir una colina. Del otro lado estaba Argelia. El problema es que cuando la guardia argelina te encuentra, te devuelve a Túnez. Los tunecinos te devuelven, Los argelinos hacen lo mismo. Allí muere gente”.
Los informes de que Túnez estaba trasladando personas al desierto surgieron en julio cuando comenzaron a circular en las redes sociales fotos que sugerían que los solicitantes de asilo estaban muriendo de sed y calor extremo. El gobierno tunecino sufrió intensas críticas por parte de la prensa internacional, pero negó haber actuado mal.
“Al principio, Túnez desestimó las informaciones sobre retornos forzosos”, afirmó Hassan Boubakri, profesor de geografía y migración en las universidades de Sousse y Sfax. “Pero poco a poco, admitieron públicamente que algunos subsaharianos estaban bloqueados en la frontera de Túnez con Libia. La pregunta es: ¿quién los puso allí? Lo hicieron las autoridades tunecinas”.
Cruzando el Mediterráneo
Según datos del Ministerio del Interior de Italia, más de 78.000 personas han llegado al país cruzando el Mediterráneo desde el norte de África desde principios de año, más del doble que en el mismo periodo de 2022. La mayoría, 42.719, partieron de Túnez , lo que indica que el país ha superado a Libia como principal punto de partida de inmigrantes.
La “asociación estratégica” firmada entre la UE y Túnez en julio después de semanas de negociaciones pedía que se enviara dinero al país del norte de África para combatir a los traficantes de personas, fortalecer las fronteras y apoyar la economía en dificultades de Túnez. Se espera que el primer pago se deposite “en los próximos días”, afirmó la semana pasada Ana Pisonero, portavoz de la Comisión Europea.
Hace dos años, el presidente tunecino, Kais Saied, despidió al primer ministro Hichem Mechini y cerró el Parlamento, en medio de protestas contra los fracasos del gobierno para controlar la pandemia de Covid-19 y mejorar la economía del país, a pesar de que ha pasado una década desde la revolución contra el entonces dictador Zine. El Abidine Ben Alí.
El cambio climático ayuda a explicar el drama
África es responsable de menos del 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero sufre desproporcionadamente por el cambio climático. Esto perjudica la seguridad alimentaria, los ecosistemas y las economías de los países del continente, aumenta el desplazamiento de personas y empeora la amenaza de conflictos debido a la disminución de los recursos.
Esta cadena de consecuencias figura en el informe Estado del clima en África, de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el brazo de la ONU para las cuestiones climáticas y hídricas, publicado el 4 de septiembre, cinco días antes de la trágica tormenta en Libia.
Fuente: resumenlatinoamericano.org
