Los migrantes venezolanos poseen, en general, un mayor nivel educativo en comparación con la población local (EFE – Gustavo Amador)
Dos nuevos estudios revelan que los migrantes venezolanos cubren lagunas en los mercados laborales locales favoreciendo el crecimiento económico. Sin embargo, y ante la falta de homologación de sus títulos, la mayoría se dedica a actividades informales.
Según dos estudios que fueron publicados por varios organismos internacionales, entre ellos la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR). Los migrantes y refugiados estarían cubriendo varios vacíos en el mercado laboral del lugar al que llegan y estarían impulsando la demanda de bienes y servicios, con lo que se estaría elevando el Producto Interno Bruto de los países receptores de migrantes.
A pesar de que la mayoría de este grupo poblacional está en la edad adecuada para trabajar, posee un alto nivel educativo y se encuentra empleado, frecuentemente enfrentan el desafío de estar sobrecualificados para los puestos que ocupan y se ven obligados a participar en el sector informal, situación que restringe sus ingresos y deteriora su capacidad para acceder a una mejor calidad de vida.
En este contexto, los informes destacan la importancia de implementar políticas específicas que promuevan la integración de los refugiados y migrantes en los mercados laborales formales y el acceso a servicios esenciales como la educación y la salud, lo cual les permitiría aportar de manera más significativa en los países que los reciben.
Falta de homologación de títulos académicos
En el primer informe, titulado: “Venezolanos en Chile, Colombia, Ecuador y Perú: una oportunidad para el desarrollo”, los investigadores resaltan que los migrantes venezolanos poseen, en general, un mayor nivel educativo en comparación con la población local de los países receptores. Con una educación secundaria completa, sobrepasan por dos años el promedio educativo local, con un 65% de ellos presentando estudios superiores en Chile y aproximadamente un 50% en Ecuador.
Además, el documento señala que existe una alta demanda laboral para los venezolanos en el mercado de trabajo de estos países, donde Ecuador, Perú y Chile muestran tasas de empleo de más del 80% para este grupo, mientras que en Colombia, la cifra se sitúa alrededor del 63%. Esta estadística sugiere una integración significativa en las economías locales, aunque se vea mermada por el subempleo debido a la no validación de credenciales académicas.
“La contribución de los venezolanos a la economía podría ser mayor si se pudiera aprovechar por completo las competencias y calificaciones en los países de destino”, señala el estudio.
El impacto del desplazamiento forzado en la educación
Por su parte, el segundo estudio, “Integración socioeconómica de las poblaciones desplazadas por la fuerza en América Latina y el Caribe”, señaló que los jóvenes desplazados por la fuerza en los países de la OCDE, es decir, Chile, Colombia, Costa Rica y México, enfrentan importantes barreras para continuar su educación y acceder al mercado laboral en comparación con sus pares locales.
El estudio profundiza en cómo la condición de desplazamiento afecta negativamente la asistencia y permanencia en el sistema educativo de los niños y niñas, quienes registran menores tasas de escolaridad y una mayor propensión a abandonar los estudios prematuramente. Esta situación vulnera no solo el derecho a la educación de estos menores sino que también limita sus oportunidades futuras de integración y ascenso social. Además, resalta una brecha de género significativa en el mundo laboral, donde las mujeres desplazadas muestran menores tasas de empleo en comparación con los hombres, tanto desplazados como locales.
Fuente: infobae