Cerca de una veintena de ONG locales e internacionales demandaron hoy al Líbano que ponga fin a las “deportaciones sumarias” de refugiados sirios, después de que “cientos” de ellos fuesen obligados a retornar a su país de origen en las últimas semanas con los consecuentes riesgos para su integridad.
“Desde comienzos de abril las Fuerzas Armadas libanesas han llevado a cabo redadas discriminatorias contra casas de refugiados sirios en vecindarios de todo el Líbano (…) y posteriormente han deportado de forma inmediata a la mayoría de ellos”, dijeron las organizaciones en un comunicado conjunto.
Según las ONG, entre ellas Amnistía Internacional (AI) o Human Rights Watch (HRW), algunos de los deportados relataron que efectivos libaneses les llevaron hasta la frontera entre los dos países y les entregaron “directamente” a las autoridades sirias, pese al riesgo de que éstas les sometan a “persecución o torturas”.
“Algunos de ellos fueron arrestados o desaparecidos a su regreso a Siria”, afirma la nota, al agregar que el Líbano les negó el acceso a un abogado o la oportunidad de recurrir la deportación.
La semana pasada, en plena campaña de deportaciones, el Gobierno libanés anunció un plan para censar a todos los refugiados sirios residentes en el país y alertó de que aquellos que no se registren con las autoridades locales no podrán alquilar casas o solicitar la emisión de documentos.
Desde el inicio de una grave crisis económica a finales de 2019, las autoridades libanesas insisten en que no pueden seguir compartiendo sus escasos recursos con esta población y ya habían dado algunos pasos como pedir la colaboración de la comunidad internacional para que regresen a su país de origen.
El Líbano estima que alrededor de 1,5 millones de sirios residen en su territorio, de los que más de 800.000 están registrados con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el resto viven en él informalmente, convirtiéndolo en el país del mundo con más miembros de esa comunidad per cápita. EFE
Fuente: swissinfo.ch