Estudiantes caminan en las calles repletas de escombros del campamento de refugiados de Yarmouk, Damasco, en 2020.CEDIDO POR: UNRWA/TAGHRID MOHAMMED
En vísperas de la conferencia de Bruselas sobre Siria, el Director de UNRWA en este país, Amanya Michael-Ebye, reflexiona sobre los 12 años de conflicto y las múltiples dificultades a las que se enfrentan las personas refugiadas de Palestina, y hace un llamamiento de apoyo a la UE y al resto de la comunidad internacional
Hace poco conocí a Sham y Ghena en Homs, en el centro de Siria. Ambas son jóvenes refugiadas de Palestina que estudian en la escuela Al-Ramleh de UNRWA, la Agencia de la ONU para la población refugiada de Palestina. Me pidieron, en nombre de sus compañeros, que me asegurara de que su escuela siguiera abierta. Había algo tan conmovedor y a la vez tan simple en su petición: dos niñas pequeñas pidiendo poder ir a la escuela es algo hermoso y desgarrador al mismo tiempo.
Después de seis años en Siria, no puedo evitar preguntarme qué futuro les espera a los refugiados y refugiadas de Palestina en este país, especialmente a las más jóvenes como Sham y Ghena. Desde mi llegada, y a través de mi trabajo en UNRWA, he sido testigo de primera mano de un dolor y una pérdida extremos, de un alcance y una escala radicalmente diferentes a otros lugares en los que había servido anteriormente, como la República Democrática del Congo, Jordania, Sudán, Tanzania, Uganda y Ruanda.
Cuando comenzó el cruento conflicto de Siria, un gran número de refugiados de Palestina huyeron a Líbano, Jordania, Egipto, Europa y otros países. Familias enteras quedaron separadas y casi todas perdieron a seres queridos
Mientras los diferentes actores políticos y humanitarios se preparan para la 7ª Conferencia de Bruselas sobre Siria, es crucial que recordemos a la comunidad de refugiados de Palestina, y que nombres como Yarmuk, Deraa y Ein el Tal sigan estando presentes en los debates sobre el apoyo a las personas en Siria. Cuando comenzó el cruento conflicto de Siria, uno de los grupos más afectados fueron los refugiados de Palestina. Tres campamentos —Yarmuk, Dera’a y Ein el Tal— fueron destruidos casi por completo en los combates, y la mayoría de sus residentes desplazados dentro y fuera del país. Un gran número de personas refugiadas de Palestina huyeron a Líbano, Jordania, Egipto, Europa y otros países. Familias enteras quedaron separadas y casi todas perdieron a seres queridos. Muchos lucharon por encontrar refugio y alimentos, mientras sobrevivían a traumas y pérdidas.
Los refugiados de Palestina llegaron a Siria tras la guerra de 1948 y se asentaron en diferentes partes del país. La mayor comunidad palestina encontró refugio en el campo de Yarmuk, que se convirtió durante décadas en un centro neurálgico, o lo que muchos palestinos llamaban “la capital de la diáspora palestina”. Lamentablemente, más tarde también se convirtió en el epicentro de combates intensos, desplazamientos y destrucción. En los combates se destruyeron incluso edificios de UNRWA, como escuelas y centros de salud, que quedaron inutilizables. Hoy, aunque el campamento sigue en ruinas, las familias que ya no pueden permitirse un alquiler fuera, tras haber perdido sus hogares en el campamento, vuelven a vivir entre escombros.
Con el apoyo de nuestros donantes, hemos empezado a rehabilitar algunos edificios de UNRWA y esperamos poder utilizarlos a finales de este año. En el campamento de Dera’a, al sur de Siria, UNRWA pudo reconstruir la mayoría de sus edificios dañados, y ahora tenemos una escuela, un centro de salud y un centro comunitario que funcionan a pleno rendimiento. Se necesita urgentemente financiación para reconstruir Ein el Tal, en Alepo, un campo que quedó totalmente destruido durante los combates en los alrededores de la ciudad y que recientemente se vio afectado por el terremoto que devastó partes de Turquía y Siria.
Escasa financiación, más necesidades
En 2023, aunque los combates han cesado casi definitivamente, siguen existiendo muchos retos. Antes del conflicto, solo el 6% de la población refugiada de Palestina en Siria se encontraba entre los más vulnerables. Hoy, cuatro de cada cinco refugiados de Palestina en Siria viven en la pobreza.
UNRWA proporciona servicios esenciales a unos 438.000 refugiados y refugiadas de Palestina que permanecen en el país: educación, atención sanitaria, apoyo psicosocial y asesoramiento a las supervivientes de violencia de género, y ayuda alimentaria y en efectivo de emergencia a las personas más pobres. Además, gestiona 102 escuelas en las que casi 50.000 niñas y niños reciben una educación de calidad y sienten la vuelta a la normalidad, y esa es probablemente nuestra contribución más importante a una generación que ha sido testigo de trágicos acontecimientos y traumas. Aunque casi un tercio de nuestras escuelas resultaron dañadas, hemos conseguido seguir proporcionando educación a través de las escuelas cedidas por el gobierno sirio.
Antes del conflicto, solo el 6% de la población refugiada de Palestina se encontraba entre los más vulnerables de Siria. Hoy, cuatro de cada cinco refugiados de Palestina en Siria viven en la pobreza
Sin embargo, la agencia se enfrenta cada año a una escasez de fondos. Esto se traduce en una capacidad limitada para responder a las crecientes dificultades y las múltiples crisis en las vidas de los refugiados de Palestina: un desplazamiento inicial, años de conflicto que provocaron otros desplazamientos, la covid-19, una profunda crisis socioeconómica y, más recientemente, el terremoto. Más de 46.500 refugiados y refugiadas de Palestina en Siria se vieron afectados por este desastre natural y 20 murieron. Muchas casas resultaron dañadas. Esto se sumó a años de conmoción y trauma.
A pesar de las necesidades urgentes, el llamamiento de UNRWA para el terremoto todavía necesita casi cuatro millones de dólares. Esto se suma a las necesidades que deben cubrirse en el marco del Llamamiento de Emergencia de la Agencia para 2023. En Siria, obtener la financiación del llamamiento significa poder proporcionar ayuda humanitaria vital, incluyendo alimentos y dinero en efectivo, y significa salud y educación para decenas de miles de refugiados de Palestina.
UNRWA sigue siendo el principal salvavidas para las familias refugiadas de Palestina en Siria, y para aquellos que huyeron a Líbano y Jordania durante el conflicto. La Unión Europea ha sido un socio crucial en el apoyo a las operaciones de UNRWA en la región, incluida Siria. Desde 1971, hemos mantenido una asociación estratégica regida por el objetivo compartido de apoyar el desarrollo humano y las necesidades humanitarias de los refugiados de Palestina, a la espera de una solución justa y definitiva al conflicto.
Con la vista puesta en la próxima Conferencia de Bruselas sobre Siria, pido que hagamos todo lo posible por Sham, Ghena y miles de niñas y niños refugiados de Palestina que siguen yendo a las escuelas de UNRWA. Pido que sus familias y su comunidad sigan recibiendo servicios sanitarios en los centros de salud de UNRWA. Hago un llamamiento a la UE y a todos los participantes en la conferencia para que no olviden a la población refugiada de Palestina y pongan atención y fondos financieros a disposición de sus necesidades humanitarias. Son parte integrante de la sociedad siria y deben ser incluidos en la respuesta humanitaria en la región. Cuando los participantes se comprometan a apoyar al pueblo sirio, los refugiados de Palestina deben estar incluidos.
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