Una madre siria con dos hijos ha conseguido el derecho a permanecer en Dinamarca. Se trata de una rara victoria en un momento en que el gobierno danés amenaza con deportar a los refugiados sirios a Damasco.
Rasha Kairout, que llegó a Dinamarca en 2015 con su hijo y su hija, ganó su caso judicial la semana pasada y se le concedió el estatuto de asilo. Según el medio de comunicación de la oposición siria Zaman Al-Wasl, Kairout huyó a Turquía en medio de la revolución siria en curso, antes de abrirse camino en un bote de goma hasta Europa y establecerse en Dinamarca.
“Creo que Dios nos salvó durante el largo viaje en el mar”, dijo al día siguiente de la sentencia. “Y Dios también nos ha salvado esta vez al concedernos asilo aquí en Dinamarca”.
Al describir su experiencia en la audiencia, recordó que sus hijos estaban muy estresados y asustados. “Cuando salí del tribunal… y les informé de nuestra situación, fue como si hubiéramos nacido de nuevo. Tenemos una nueva vida aquí”.
Tras haber trabajado en un hotel durante un año y medio antes de perder su empleo durante la pandemia de Covid-19, ahora trabaja en una residencia de ancianos.
La victoria de Kairout se produce a pesar de que el gobierno danés ha declarado recientemente que Damasco y sus alrededores son “seguros” y están libres de conflictos. En los últimos meses, cientos de refugiados sirios en Dinamarca han visto revocados sus permisos de residencia y el gobierno les ha dicho que se vayan a Siria. Muchos auguran una deportación forzosa en un futuro próximo.
La decisión de Dinamarca la convierte en el primer país europeo que considera oficialmente que Damasco es segura, a pesar de estar controlada por el régimen de Bashar Al-Assad, acusado de numerosos crímenes de guerra. Los refugiados sirios han instado al gobierno danés a no seguir adelante con sus planes de deportación, porque los refugiados que han regresado a territorio controlado por el régimen en los últimos años han sido detenidos, desaparecidos a la fuerza y, según se afirma, torturados.
Kairout lamentó la situación de sus compatriotas sirios en Dinamarca. “Puedo contar 200 casos de Damasco que están en la misma situación. Podemos decir que los sirios se enfrentan a muchas dificultades por esta situación y están pasando por sus efectos psicológicos.” Insistió en que es “injusto” decir que Damasco es seguro. “Podemos decir que no hay bombardeos, que no hay bombardeos en Damasco, pero el régimen sigue allí”. Eso, en su opinión, la hace muy insegura.
Fuente: monitordeoriente