Los migrantes que soliciten asilo a partir del 1 de abril solo podrán pasar de albergues a pisos de acogida cuando tengan la petición aprobada
violeta peraita. valència
El 1 de abril. Esa es la fecha que el Ministerio de Migraciones (quien desarrolla la política del Gobierno en el sistema de Acogida de Protección Internacional) ha puesto para aplicar la nueva norma que restringirá el acceso a las ayudas a los refugiados más vulnerables.
¿Cómo? limitará el paso a la segunda fase (que permite pasar de una acogida en albergues a pisos autónomos) a las personas que tengan aprobada la solicitud de asilo. Cuando una persona extranjera pide asilo, se proporciona la llamada «tarjeta roja» que da acceso a residencia y trabajo legal. Cerca del 30% de estas personas sin recursos piden ayuda mediante el plan de acogida, que se estructura en diferentes fases. La primera, a través de cobijo en un albergue y la segunda, cuando pasan a vivir en pisos de alquiler, a través de ayudas económicas.
Debido a la extensión en el tiempo de las resoluciones, muchos de los inmigrantes acceden a esta segunda fase sin tener la solicitud de asilo resuelta, pero ya cuentan con una vivienda si su petición se rechaza.
Los demandantes que no tengan resuelta favorablemente su petición deberán esperar en albergues hasta que se resuelva el trámite y «según la disponibilidad presupuestaria», tal como indica la instrucción 1/2021 de la Secretaría de Estado de Migraciones (SEM) a la que ha tenido acceso Levante-EMV.
Esta primera fase está diseñada para durar un máximo de seis meses y que, con tendencia a alargarse hasta tres años, llevará a muchas personas a una situación de «vulneración precipitada y aumentarán las personas en situación irregular, sin protección», apunta la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Esta medida responde, según el documento, al intento de paliar el colapso del sistema tras el aumento de peticiones de asilo de los últimos años (de 31.740 solicitudes en 2017 a 118.273 en 2019 y más de 88.000 en 2020) que, en muchos casos se alarga y tiene un desenlace negativo. La prueba es que el año pasado solo se concedieron el 5% de las solicitudes.
El objetivo del cambio es agilizar los procesos, un horizonte que las organizaciones celebran pero ven con preocupación por el temor a una gestión «de menos calidad y sin ahondar en la situación individual» y que lleve a la irregularidad por una denegación «precipitada» de la solicitud de asilo.
Denegaciones «en bloque»
CEAR denuncia que muy pocos solicitantes consiguen el estatus de refugiado. El año pasado solo accedieron a asilo 1 de cada 20 demandantes y lamenta que las autoridades «han vuelto a defraudar a las personas que buscan refugio» aunque destaca las más de 40.000 concesiones por razones humanitarias en 2020. Mercedes Ena, coordinadora territorial de CEAR en la Comunitat, alerta que este cambio en el proceso implica que mucha gente permanecerá en la «elevadísima cifra» de negaciones al asilo.
«Con la intención de agilizar procesos se está procediendo a hacer denegaciones por bloque, dejando de lado la atención individual de cada caso». Por su parte, Sara Collantes, responsable de migraciones en Unicef España, coincide que este es, precisamente, uno de los peligros de la «agilización de procesos sin cautela». «Se conceden solicitudes por razón de ámbito geográfico, donde hay conflictos o persecuciones claras y no se atiende a los casos individuales cuando hay causas que así lo requieren como la trata o la persecución del colectivo Lgtbi». Es el caso de Isabel (nombre ficticio) una activista colombiana que se vio obligada a huir de su país por las constantes amenazas a su vida por parte de narcotraficantes y que ahora ha visto denegada su solicitud de asilo.
Por otra parte, Ena también expresa su preocupación de que, tras denegar en masa solicitudes en primera fase «las personas se vean abocadas a la vulnerabilidad y serán los ayuntamientos y las autonomías las que se hagan cargo». Una situación, que en el contexto de pandemia, se agrava. ·«Nos preocupa cuando acudan a los servicios locales o regionales saturados por el aumento de precariedad general en pandemia».
Solo el 5% de las solicitudes de asilo se conceden
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha hecho públicas las cifras de solicitudes de asilo en 2020 en su informe «Más que cifras», un documento del que se extrae que en España solo se conceden el 5% de solicitudes de asilo. La Comunitat Valenciana, por otra parte, es la cuarta autonomía con más peticiones en 2020. El año pasado sumaron 9.060, por detrás de Madrid, Cataluña y Andalucía. València es la tercera ciudad en número de solicitudes con 6.925 mientras que Alicante y Castelló recibieron 1.235 y 900 respectivamente.
Fuente: levante-emv
