En el cementerio marroquí de Sidi Salem, en las afueras de Nador -fronteriza con Melilla-, preparan varias fosas donde las autoridades planean enterrar a los migrantes muertos durante el intento de salto masivo a la valla de Melilla el pasado viernes, de los que 133 lograron cruzar.
En la morgue del hospital donde están ahora no hay cámaras frigoríficas y el olor es insoportable. Al parecer, los migrantes van a ser enterrados sin identificar y sin haberles practicado la autopsia.
La Asociación de Derechos Humanos de Nador asegura que en sus tumbas habrá solo un número de identificación. Uno de sus miembros, Omar Naji, asegura a RTVE que la tentativa de los migrantes fue masiva y violenta, pero que desde Marruecos reanudó las relaciones con España, las cosas empeoraron para los jóvenes que vivían en el bosque. “Los comerciantes recibieron una orden de no vender comida ni nada a los subsaharianos para que se fueran”, afirma.
Esta ONG es la que ha difundido las duras imágenes en las que se ve cómo la policía marroquí carga contra los migrantes y cómo después permanecieron tirados casi diez horas bajo el sol. Muchos cuerpos ya no se movían.
Fuente: RTVE