Eslovaquia introducirá desde mañana y durante diez días controles policiales en sus 655 kilómetros de frontera con Hungría para frenar las entradas de inmigrantes irregulares.
Eslovaquia introducirá desde mañana y durante diez días controles policiales en sus 655 kilómetros de frontera con Hungría para frenar las entradas de inmigrantes irregulares.
La medida llega después de que otros tres países comunitarios, Austria, Polonia y República Checa, impusieran desde la pasada medianoche ese tipo de controles aleatorios en sus lindes con Eslovaquia.
El primer ministro eslovaco en funciones, Ludovit Odor, criticó ayer la decisión de sus socios comunitarios, argumentando que la migración necesita una solución europea y advirtiendo de que si un país comienza a imponer controles, se produciría un efecto en cascada.
Los cinco países afectados por estos controles pertenecen al espacio Schengen de libre circulación en Europa
Eslovaquia ha registrado un aumento de los intentos de entrada en el país por parte de migrantes irregulares y refugiados, con más de 40.000 en lo que va de año.
Sólo el pasado septiembre intentaron entrar en suelo eslovaco más personas que en todo el año 2022, según datos publicados hoy por el Ministerio del Interior.
El ganador de las elecciones en Eslovaquia del pasado sábado, el socialdemócrata nacionalista Robert Fico, ha prometido que, si forma Gobierno, aplicará una política de mano dura contra la inmigración.
El anuncio de los controles llega en la recta final de la campaña para las elecciones generales en Polonia el 15 de octubre próximo, cuando el partido nacionalista conservador y anti migratorio PiS busca ser reelegido.
Muchos migrantes y refugiados que huyen de la miseria y la guerra en África o Asia utilizan la ruta de los Balcanes, desde Turquía o Grecia a través de Serbia y Hungría para trasladarse hacia países ricos del centro y norte de Europa, siendo los destinos finales sobre todo Austria, Alemania, los Países Bajos y Suecia, entre otros. EFE
Fuente: lavanguardia.