Una niña migrante colombiana perdió una pierna tras caer de uno de los vagones del tren de carga conocido como ‘La Bestia’, el cual atraviesa México en dirección a la frontera con Estados Unidos. Su caso vuelve a recordar lo peligroso que resulta ese transporte para los miles de migrantes que buscan atravesar el país.
De acuerdo con el periódico mexicano Excelsior, el accidente ocurrió el jueves en la ciudad de Querétaro, en el estado del mismo nombre, ubicado en el centro de México, debajo de un puente.
La menor, de quien solo se dio a conocer que tiene 5 años de edad, se encontraba con su familia intentando abordar un vagón del tren para continuar su camino al estado de Guanajuato y a la frontera norte de México cuando resbaló y cayó sobre las vías mientras el transporte se encontraba en movimiento.
Al percatarse de lo ocurrido, los padres de la menor se arrojaron enseguida del vagón. Al ver que las ruedas del transporte le habían pasado por encima a la pierna derecha de la menor, solicitaron apoyo de unos trabajadores que realizaban una obra cercana. Fueron ellos quienes llamaron a los servicios de emergencia locales.
No obstante, otra de sus hijas, también menor de edad, de 8 años, permaneció a bordo del tren, por lo que continuó su camino sola. Ante la situación, autoridades de Querétaro reportaron a las del vecino Guanajuato para que auxiliaran en la ubicación de la menor que se encontraba a bordo del tren y lograr su resguardo, lo que más tarde ocurrió.
La niña que cayó y fue lastimada por las ruedas del tren fue estabilizada en el lugar y posteriormente trasladada al Hospital del Niño y la Mujer de la ciudad de Querétaro, donde los médicos informaron a su familia que no podían recuperarle su pierna derecha y, según Excelsior, continuó reportada como grave.
Accidentes en ‘La Bestia’ no paran
Los accidentes y las historias de migrantes que buscan llegar a la frontera norte de México a bordo del tren conocido como ‘La Bestia’ no son nuevos.
De 2014 al 2021, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reportó que atendió a 400 migrantes cuyas piernas, brazos o ambas extremidades fueron cercenadas por ‘La Bestia’. Doce años antes, de 2002 a 2014, el Instituto Nacional de Migración (INM) de México reportó que al menos 476 migrantes fueron mutilados por ese tren.
El CICR, sin embargo, ha aceptado que existe un subregistro de los casos al no ser reportados todos los casos ocurridos. El organismo, desde 2011, echó a andar un programa para asistir a los migrantes mutilados por el tren que les ayuda a conseguir prótesis.
En su libro La Bestia. La tragedia de migrantes centroamericanos en México, el reportero Pedro Ultreras asegura que para cruzar todo México es necesario abordar 10 trenes.
Su salida y paso, sostiene, nunca es certera, la mejor señal es cuando empieza a enganchar vagones en la frontera de México con Guatemala.
“En los primeros movimientos de la locomotora salen migrantes de todas partes. En cuestión de minutos la Bestia se cubre de una nube humana”, afirma Ultreras.
Quienes utilizan el tren, que es operado principalmente por las empresas Kansas City Southern y Ferromex, lo hacen porque creen que es la forma más barata de cruzar México al no tener que pagar traficantes o transportistas que los movilicen a través del país y alejarse de los extorsionadores.
Desde hace décadas, familias completas, con niños, incluso de brazos, provenientes de Centroamérica —y más recientemente de Sudamérica— esperan el tren principalmente en las vías ferroviarias del municipio de Arriaga, Chiapas, en el sur de México, para montarse en algún vagón y emprender el viaje.
Muchos hacen el recorrido caminando por las montañas para evitar las garitas de inmigración de México. Una vez en Arriaga, solo queda esperar la salida del tren, lo que puede tardar varias horas, incluso días.
Un viaje largo y peligroso
Para llegar a la frontera norte en ‘La Bestia’, los migrantes tienen que viajar una o dos semanas, aunque algunos han reportado hasta un mes entero para lograr completar el trayecto, sobre los vagones, arriesgando su integridad ante el riesgo de caer.
Para las mujeres, los niños y las familias completas, como la colombiana accidentada en Querétaro, el tiempo es más prolongado por las dificultades que tienen para montarse el tren.
‘La Bestia’ sale de Arriaga cada dos o tres días cargada de migrantes. Para entonces, ya hay cientos de centroamericanos esperando nuevamente.
En la zona hay hoteles económicos donde algunas personas se hospedan, pero la mayoría duerme en plena calle y comen lo que les den los buenos samaritanos en el camino.
Otros prefieren irse a un albergue donde pueden dormir y comer por un par de días; sin embargo, muchos de ellos se encuentran desde hace meses a su máxima capacidad a la espera de momento para continuar el camino al norte.
Fuente:univision