Casas convertidas en escombros en la ciudad de Rafah, en la Franja de Gaza, tras un ataque de represalia israelí.Imagen: Abed Rahim Khatib/AA/picture alliance
La Franja de Gaza tiene 365 km² y alberga a más de dos millones de personas, de las cuales 1,7 millones son refugiados, según el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS). Este organismo de la ONU presta servicios en 8 campos de refugiados repartidos por toda la Franja de Gaza.
“La Franja de Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del mundo, con 5.900 habitantes por kilómetro cuadrado”, afirma la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), y el 41% de la población de Gaza tiene menos de 15 años.
Desplazados, muertos y víctimas
Más de 400.000 habitantes de la Franja de Gaza se han visto desplazados internamente tras los ataques de represalia israelíes, según informó el jueves la OCHA.
El Ministerio de Sanidad de Gaza informa que unas 1.500 personas han muerto tras los ataques aéreos israelíes, y más de 6.000 han resultado heridas.
La Franja de Gaza cuenta con 13 hospitales, que “sólo funcionan parcialmente debido a la escasez de suministros y al racionamiento de combustible”, según la OCHA.
Un comunicado de prensa de Fabrizio Carboni, director regional para Oriente Próximo y Oriente Medio del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), advierte de que, a medida que “Gaza se queda sin electricidad, los hospitales se quedan sin energía, lo que pone en peligro a los recién nacidos en incubadoras y a los pacientes ancianos con oxígeno. La diálisis renal se detiene y no se pueden hacer radiografías. Sin electricidad, los hospitales corren el riesgo de convertirse en tanatorios”.
Escasez de electricidad
La Franja de Gaza cuenta con una central eléctrica que genera unos 70 megavatios de electricidad al día. Esto cubre una pequeña fracción de las necesidades energéticas totales del territorio, de al menos 400 megavatios, según datos cotejados por la OCHA. Además, unos 120 megavatios de energía se importan normalmente de Israel. Este año, la población dispuso de una media de 13 horas de electricidad al día.
Tras el ataque del fin de semana de Hamás, Israel dejó de suministrar electricidad a la Franja de Gaza el 8 de octubre. La única central eléctrica de Gaza se ha quedado sin combustible y está fuera de servicio, por lo que el territorio carece de electricidad, y sus habitantes dependen de generadores eléctricos.
Desempleo y pobreza
La tasa de desempleo de Gaza supera el 45%, según datos recopilados por la OCHA. Alrededor del 60% de las personas de entre 15 y 29 años no tienen trabajo.
Los datos recopilados por el organismo de la ONU muestran que, en 2021, más del 80% de los gazatíes empleados en el sector privado ganaban menos del salario mínimo de 442 dólares (419 euros) al mes.
Stéphane Dujarric, portavoz de UNICEF, ha declarado que en gran medida “debido al bloqueo, la pobreza, las altas tasas de desempleo y otros factores” casi el 80% de los habitantes de Gaza dependen de la ayuda humanitaria.
¿Desde cuándo está bloqueada la Franja de Gaza?
Israel impuso un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo a la Franja de Gaza en 2007, después de que Hamás tomara el control del territorio. Los movimientos de entrada y salida de la población a través de los puestos de control israelíes y el único paso fronterizo hacia Egipto, en Rafah, se han visto gravemente restringidos, afirma la agencia de la ONU para refugiados palestinos UNRWA.
Tras el ataque terrorista de Hamás, Israel impuso un “bloqueo total”, cerrando todos los puestos de control y deteniendo la entrega de alimentos, ayuda y combustible en la Franja de Gaza.
Esto convierte el cruce de Rafah, de la Franja de Gaza a Egipto, el único no controlado por Israel, en la única ruta para que alimentos, ayuda y otros artículos lleguen a la Franja de Gaza.
Fuente: DW