Destrucción de tiendas de refugiados internos en Siria en Idlib, atacado con bombas racimo por el régimen
La Unión Europea condenó “enérgicamente” el ataque con bombas racimo perpetrado por el régimen sirio, “apoyado por aviones caza rusos”, contra campos de desplazados en la provincia de Idlib, el último bastión opositor.
“La UE condena este ataque en los términos más enérgicos”, dijo Peter Stano, portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior que dirige el alto representante de la UE para Asuntos de Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
El portavoz también ofreció, en nombre de la UE, “su más sentido pésame a las familias de las víctimas” del ataque del pasado día 6 de noviembre en Idlib, en el que murieron al menos nueve personas, cuatro de ellas niños, y más de 75 resultaron heridas. Además, 400 familias que viven en los ahora dañados asentamientos enfrentan nuevos desplazamientos, lamentó.
Todas las partes del conflicto sirio tienen la obligación, según el derecho internacional, de proteger la seguridad de los civiles y la infraestructura civil, recordó el portavoz de Borrell. Por ello, la UE instó al régimen sirio y a sus aliados a cesar los ataques militares indiscriminados y respetar el derecho internacional humanitario.
Los perpetradores deben rendir cuentas
“Estos incidentes deben investigarse sin demora y los perpetradores deben rendir cuentas”, dijo el portavoz. Una vez más, la UE reiteró la necesidad de un alto el fuego a nivel nacional en Siria y de una solución política al conflicto en consonancia con las resoluciones de Naciones Unidas. En este sentido, la UE recalcó que seguirá apoyando los esfuerzos del Enviado Especial de la ONU, Geir Pedersen.
Los denominados Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las áreas de Siria en manos de la oposición, explicaron en su cuenta de Twitter que la acción fue llevada a cabo con misiles tierra-tierra “cargados con bombas de racimo prohibidas internacionalmente”. Los proyectiles fueron lanzados contra una serie de campos para desplazados ubicados en el oeste de Idlib.
Bombas racimo sobre las cabezas de mujeres, niños y hombres civiles desplazados
Los Cascos Blancos atribuyeron la autoría a las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y también a su aliada Rusia, que interviene militarmente en la nación desde 2015.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, informó de que al menos cinco campamentos distintos fueron alcanzados, por lo que la mayoría de las víctimas son personas desplazadas, una comunidad que conforma casi dos tercios de la población total de Idlib, de 3,4 millones de personas.
La demarcación administrativa está dominada principalmente por el Organismo de Liberación del Levante, alianza islamista en la que se incluye la exfilial siria de Al Qaeda, y es considerada el último bastión opositor del país árabe. Pese a que Rusia y Turquía, valedora de la oposición, acordaron en marzo de 2020 establecer un alto el fuego en la región, la violencia continúa a menor escala más de once años después del estallido del conflicto armado en Siria.
Fuente: DW
