Orban, que se opone a la reforma europea sobre el asilo a extranjeros, un sistema que establece criterios mínimos comunes para todo el bloque, se refería así al llamado “gran remplazo”, una teoría conspirativa de extrema derecha según la cual las élites estarían remplazando a las poblaciones europeas por inmigrantes extraeuropeos.
“No tenemos elección: aunque amemos Europa, aunque sea nuestro hogar, tenemos que luchar para defender nuestras raíces cristianas”, insistió el primer ministro nacionalista, en el poder desde 2010.
Fuente: ambito