Ofrecemos refugio temporal a familias y menores desplazados pero las autoridades deben ofrecer inmediatamente una respuesta digna y duradera al desamparo material y moral en el que se encuentran migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, entre ellas un centenar de niños y adolescentes. El gobierno está incumpliendo su deber de protegerlos.
Con más de 1.000 personas -migrantes, refugiados y solicitantes de asilo-, entre ellas un centenar de niños y adolescentes, viviendo en terribles condiciones durante una temporada invernal especialmente dura, Médicos Sin Fronteras hemos puesto en marcha un sistema de alojamiento de emergencia para las personas más vulnerables en situación de desplazamiento en Calais, en el norte de Francia.

En coordinación con asociaciones locales, se ha creado un dispositivo de emergencia con 20 plazas de alojamiento temporal en una estructura privada de Calais. Inaugurado por nuestra organización el 22 de enero, acoge a personas hasta el 31 de marzo de 2024. Se está dando prioridad a los menores no acompañados cuyas solicitudes de alojamiento han sido rechazadas por los servicios nacionales de protección de la infancia. También se está dando prioridad a las familias con niños y niñas, a las personas cuyo estado de salud corre peligro de deteriorarse en los campamentos improvisados de la zona de Calais y a los supervivientes de naufragios tras intentar cruzar el Canal de la Mancha.
Desde noviembre de 2023, el norte de Francia se ha visto duramente afectado por una serie de tormentas, inundaciones, olas de frío y nevadas poco frecuentes. Las personas que se desplazan se llevan la peor parte de estas condiciones meteorológicas extremas.
“Es inaceptable que se abandone así a su suerte a niños, mujeres y hombres“, afirma Ali Besnaci, coordinador de nuestras actividades en Calais. “El gobierno está incumpliendo su deber de protegerlos, así que ¿cómo es posible que se les deje así, presa de los elementos, la violencia y las redes criminales?”.

“Los alojamientos provisionales disponibles en el contexto de fenómenos [meteorológicos] excepcionales se adaptan mal a la situación de los jóvenes, porque son de difícil acceso y su número es limitado”, afirma Besnaci. “Nuestras actividades contribuirán a paliar estas carencias, pero las autoridades deben ofrecer inmediatamente una respuesta digna y duradera al desamparo material y moral en el que se encuentran las personas varadas en Calais.”
MSF seguimos ofreciendo asistencia médica y psicosocial a los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo en tránsito en este puerto del norte de Francia. De noviembre a enero, en el marco de nuestras clínicas móviles, atendimos a 338 pacientes en Calais; 184 de ellos sufrían enfermedades respiratorias, 81 se quejaban de dolores relacionados con las condiciones de vida y 48 fueron tratados por lesiones causadas por las difíciles condiciones de su viaje o por traumatismos físicos. En medio de charcos, con los pies en el barro, envueltos en mantas y ropas empapadas, con solo pequeñas hogueras para calentarse, las personas corren el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la exposición al frío o complicaciones debidas a la falta de tratamiento para las infecciones.
Las condiciones de vida extremas, el frío, la inseguridad, los repetidos y peligrosos intentos de cruzar el Canal de la Mancha por carretera o por mar, el acoso de la policía, que acude regularmente a desalojar a la gente de sus campamentos improvisados, destruyendo sus tiendas y confiscando sus escasos efectos personales, como mantas, ropa y teléfonos, agravan la fragilidad de la situación individual de las personas y su estado psicológico.

“Una vez más este invierno, el desmantelamiento de los campos y el alejamiento forzoso de las personas de la costa, llevados a cabo por la policía y las autoridades, no han impedido las peligrosas travesías del Canal de la Mancha hacia Inglaterra”, afirma Michaël Neuman, responsable de nuestras actividades en Francia. “Por el contrario, han dejado a cientos de personas aún más vulnerables y sin solución”.
“La situación en Calais ilustra el fracaso de las respuestas de seguridad de Francia, Reino Unido y la Unión Europea”, afirma Neuman. “La solidaridad costaría menos, aunque solo fuera en vidas humanas”.
Fuente: sf.es