Migrantes de Eritrea, Libia y Sudán navegan en un bote de madera antes de ser asistidos por cooperantes de la ONG española Open Arms, en el mar Mediterráneo, a unas 30 millas al norte de Libia, el sábado 17 de junio de 2023. (AP Photo/Joan Mateu Parra) © AP – Joan Mateu Parra
La implosión del submarino Titan, que transportaba a cinco hombres multimillonarios y apasionados por la historia del naufragio del Titanic, pone en la lupa sobre las tragedias en el mar. El Mediterráneo es el actual escenario donde ocurren más naufragios, pero las historias de las víctimas muchas veces quedan en el olvido. En 2023 casi 2.000 migrantes han muerto ahogados intentando llegar a Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
A más de 5.000 kilómetros del Atlántico Norte, donde desapareció el submarino que iba de expedición a las ruinas del Titanic, se vive otra tragedia en altamar. El turístico mar Mediterráneo es escenario de la crisis migratoria más trágica del mundo.
En menos de quince días, varias embarcaciones repletas de migrantes han naufragado allí. El caso más grave fue el hundimiento de un barco con más de 700 migrantes a bordo provenientes principalmente de Pakistán, Egipto y Siria el 15 de junio frente a las costas griegas.
Al respecto se conocieron nuevas informaciones. Según el Ministerio del Interior de Pakistán, al menos 350 paquistaníes iban a bordo. Por lo que, este país de Asia Central fue el que más contó con muertos y desaparecidos.
La embarcación que zarpó de la costa libia tenía una capacidad para 400 personas, pero transportaba a 750, de acuerdo a investigaciones y declaraciones del Parlamento pakistaní. Las autoridades de ese país revelaron que en total 281 familias se habían puesto en contacto con el Gobierno para pedir ayuda en la búsqueda.
Otras 193 familias realizaron pruebas de ADN para determinar si coincidían con las personas que iban a bordo del barco volcado.
El hundimiento del barco se cobró al menos 78 vidas, en lo que sigue siendo uno de los peores desastres migratorios de los últimos años.
Una de las semanas más trágicas en el Mediterráneo
Una sucesión de naufragios ha ocurrido en la segunda mitad de junio. Cuatro días después del incidente de la embarcación frente a las costas griegas, el 19 de junio, otra embarcación con migrantes a bordo que se dirigía a las Islas Canarias naufragó en la frontera euroafricana, cerca de Marruecos. El mar del Sahara Occidental es otra de las rutas migratorias más transitadas para llegar a Europa.
El servicio de rescate marítimo de España dijo que las autoridades marroquíes habían rescatado a 24 personas, mientras que un helicóptero español había recuperado uno de los dos cuerpos que habían sido localizados.
El número de personas desaparecidas y muertas no está claro. La ONG española Caminando Fronteras contabiliza 60 personas en el bote, de las cuales 39 estarían desaparecidas.
Este viernes, en menos de 24 horas, se conocieron otras dos historias de naufragios. Por la ruta central del Mediterráneo, 37 migrantes están desaparecidos después de que su bote volcara entre Túnez y la isla italiana de Lampedusa, dijo el viernes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), citando el relato de cuatro sobrevivientes del hundimiento.
Los sobrevivientes, todos del África subsahariana, llegaron a Lampedusa el jueves por la noche después de ser rescatados por otro barco, dijo la agencia de la ONU.
Los migrantes partieron del puerto tunecino de Sfax hacia Italia con 46 personas a bordo, pero el barco volcó debido a los fuertes vientos, dijeron los sobrevivientes.
Anteriormente, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados informó de la desaparición de 40 personas.
En esta misma ruta central, una segunda embarcación está a la deriva con unos 50 migrantes a bordo que necesita un rescate urgente de las autoridades de Malta o Italia.
“Nos acaban de llamar las 50 personas en apuros. Están desesperados y siguen esperando el rescate. El agua está entrando en el barco. La situación es crítica. Instamos a todas las autoridades pertinentes: ¡No dejen que se ahoguen!”, advirtió la ONG Alarm Phone, una organización que recibe llamadas de migrantes en peligro en el mar.
La ONG instó a las autoridades italianas y maltesas a que lleven a cabo un “rescate rápido y con un destino seguro” y reclamó no dejar que los migrantes mueran en el mar.
Esta misma organización no gubernamental denunció la negligencia de la Guardia Costera griega en el caso del naufragio del 15 de junio.
2023 podría ser el año más mortífero para los migrantes en el Mediterráneo desde 2016
Según el más reciente informe de la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM), en lo que va de 2023 al menos 1.807 migrantes han muerto o desaparecido en esta ruta marítima que separa a Europa de África y Oriente Medio.
Los datos revelados por la OIM convierten al Mediterráneo en un cementerio para mujeres, niños y hombres —en su mayoría provenientes de África subsahariana, Oriente Medio y Asia Central—. Sus aguas se han vuelto el cruce migratorio más letal.
Al ritmo actual, el año 2023 podría ser uno de los más mortíferos en el Mediterráneo desde que se llevan a cabo estas estadísticas: en seis meses se han superado las cifras de 2020 y se está cerca de las de 2021 y de 2022.
Las cifras de la OIM y los casos recogidos por ONG especializadas en migración irregular hacia Europa señalan que hay un repunte de los cruces por el Mediterráneo desde la leve y breve disminución luego de 2016, año con más víctimas contabilizadas con 5.136 muertos o desaparecidos a las puertas de Europa debido a la guerra en Siria.
Una migración por necesidad
Las causas principales del desplazamiento humano a través del Mediterráneo son los conflictos políticos y las crisis económicas. Sin embargo, la crisis climática está convirtiéndose en otra de las razones.
Este año ha sido uno de los más calurosos y el fenómeno del niño ha agudizado las temperaturas en casi todas las regiones del mundo. Según la ONU, las naciones más afectadas con los cambios extremos en el clima, se encuentran en el sur global.
Las sequías en África y las inundaciones en Pakistán, que han causado empobrecimiento de la población, coinciden con el brutal aumento del número de solicitantes de asilo que llegan a Europa en 2023.
Las múltiples causas han llevado a que más de 40.000 migrantes irregulares hayan cruzado el mar Mediterráneo en lo que va de año. Una de las tasas más altas desde la crisis migratoria de 2015.
Ante este récord, países como Italia se encuentran en estado de emergencia nacional migratoria, una manera de destinar recursos para el traslado de migrantes y otras situaciones como repatriaciones más rápidas sin tener que pasar por el Parlamento para su aprobación.
La declaración se produjo, según el Gobierno italiano, ante un aumento de las llegadas y por el peligro de que crecieran exponencialmente en verano, pues en lo que va de año han sido casi 60.000, más del doble que en todo 2022.
Fuente: france24