Por Rafael Ernesto Góchez
Una investigación conducida por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) expone que la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos registró alrededor de 1.8 millones de encuentros con personas migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras en la frontera sur entre 2017-2021. El estudio se basó en una encuesta presencial de hogares de casi 5,000 familias de 12 departamentos de los tres países antes mencionados, complementada por una encuesta en línea de más de 6,000 personas, realizadas en el segundo trimestre de 2021 (período caracterizado por los efectos de la pandemia covid-19).
Desde 2018 se han producido en la región movimientos migratorios masivos y más frecuentes, incluso con una gran proporción de familias y menores no acompañados dirigiéndose a Estados Unidos. Esta investigación permite examinar los factores que llevan a guatemaltecos, hondureños y salvadoreños a migrar de forma irregular o regular. Algunas de las conclusiones se presentan a continuación.
1. El deseo de los centroamericanos de migrar a otros países está incrementando, pero solo una fracción de las personas entrevistadas planeaban migrar y estaban preparadas para hacerlo.
2. La violencia, la inseguridad y los desastres naturales han propiciado la migración, pero los principales motivos de emigrar son los factores económicos (desempleo e ingresos insuficientes).
3. Los lazos familiares y las percepciones positivas sobre la seguridad y el sentido de pertenencia eran las principales razones por las cuales los centroamericanos decidían no migrar.
4. La probabilidad de que las familias tengan un miembro que ha emigrado durante los últimos cinco años era similar para las familias de todos los niveles de ingresos.
5. La mayoría de las personas migrantes, pero no todos, recurrían a canales irregulares para migrar, y un tercio había regresado de manera voluntaria o involuntaria a su país de origen.
6. Aunque los factores económicos eran los principales motivos de emigrar, había diferencias notables a nivel territorial. Los tres departamentos de origen que más personas migrantes notificaron fueron Usulután (El Salvador), Huehuetenango (Guatemala) y Yoro (Honduras).
7. Las personas encuestadas citaron que el costo de la contratación de traficantes o coyotes no solo era mucho mayor que el costo de los mecanismos regulares, sino que también representaba la mayor parte del total del costo anual de la migración.
8. El volumen de las remesas varió según el país, pero representó un medio importante de supervivencia para numerosos hogares. Casi tres de cada diez familias informaron que recibían remesas regularmente del exterior. En promedio, los hogares guatemaltecos recibían $350 al mes, en tanto que las familias hondureñas recibían $170, y las salvadoreñas, $150.
Teniendo en cuenta estos hallazgos, el informe del PMA sugiere diferentes estrategias para abordar las causas determinantes de la migración irregular y sentar las bases para un sistema de gestión migratoria que promueva el movimiento seguro, ordenado y regular.
Reflexión: el fenómeno migratorio está variando por los efectos de las crisis de carácter mundial y nacional. El gran reto es abordar los problemas inmediatos y estructurales que motivan la migración masiva, adoptando medidas como las siguientes: (1) perfeccionando los programas de protección social, (2) apoyando al sector agropecuario para que acceda a los insumos requeridos para operar sin interrupciones, (3) promoviendo la producción de autoconsumo, (4) mejorando la calidad educativa, (5) ampliando las oportunidades económicas dentro y fuera del AMSS, (6) estimulando a la diáspora salvadoreña a invertir en el país de sus antepasados.
Fuente: laprensagrafica
