Hace tres semanas, los ministros y ministras de Interior de la Unión Europea decidieron endurecer el proceso de asilo en las fronteras del bloque después de años de disputas. Según ese compromiso, los países miembros debían recibir una determinada cantidad de migrantes, o, en su lugar, podían elegir realizar pagos compensatorios de 20.000 euros por migrante a la UE.
El compromiso, contra los votos de Polonia y Hungría, fue celebrado por la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, y por muchos otros políticos de la UE, como un “hito histórico”. Polonia y Hungría habían rechazado el acuerdo, y ahora volvieron a hacerlo en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas.
Polonia: sí a protección de fronteras, no al proceso en las fronteras
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, presentó ahora un nuevo plan en Bruselas con el cual las fronteras exteriores de la UE deberían ser mejor protegidas de la inmigración ilegal por la agencia Frontex. Abrir las fronteras interiores de la UE sin suficiente protección de las fronteras exteriores fue un error, según Morawiecki. Polonia limita con Ucrania, Bielorrusia y Rusia. La Comisión Europea le da mucha importancia a mantener abiertas las fronteras interiores de la UE, y a posibilitar la libre circulación en la zona de Schengen. Aunque el gobierno alemán rechaza reintroducir controles en la frontera polaco-germana, se realizan actualmente controles al azar entre Austria y Alemania para dificultar la entrada de migrantes que ingresaron a Grecia y siguen por la Ruta de los Balcanes hacia esos países.
El paquete de medidas migratorias más restrictivo prevé registrar a todos los migrantes en las fronteras exteriores, e identificar a los solicitantes de asilo con pocas posibilidades de obtenerlo, para deportarlos a países de origen seguros, o a países de tránsito. A pesar del rechazo de Polonia y Hungría, en esta cumbre de la UE se trata de pautar medidas para llevar a la práctica el acuerdo logrado. Alrededor de 30.000 personas solicitantes de asilo o con estatus de refugiados deberán ser repartidos entre los demás países miembros de la UE. La cuota se calcula en base a la cantidad de habitantes y al rendimiento económico del país miembro. Países como Hungría, que no quieren acoger migrantes, deberán pagar.
“Lo que fue acordado es un mecanismo de solidaridad que hace tiempo hubiéramos necesitado en Europa. Y nos exige a todos”, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, en la apertura de la cumbre. “Cada país que crea que eso es problema de los demás…Alguna vez, eso podría ser su problema”, advirtió Scholz, aludiendo a la postura del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, quien desde 2015 dice que la migración es un problema alemán, porque la mayoría de los solicitantes de asilo quieren llegar a Alemania.
En varias entrevistas, Orbán anunció que su gobierno no se ceñirá a las nuevas normas de la UE, y que Hungría no hará ningún pago compensatorio por migrantes que no reciba. En 2015, el mandatario húngaro ordenó iniciar la construcción de una valla en la frontera húngara con Serbia, invirtiendo unos 1.800 millones de euros, y dijo que “Bruselas apenas ha contribuido con un 1% de esos costos.” para eso. Orbán está a favor de cerrar las fronteras de la UE por completo a migrantes, y de hacer esperar a los solicitantes de asilo por una decisión sobre aceptación o rechazo. “Pero los europeos no son capaces de eso”, dijo Orbán al diario alemán Bild.
El canciller alemán rechazó en la cumbre la postura de Polonia y Hungría y señaló en Bruselas que ahora es momento de poner en práctica lo que ya está decidido.
Puntos a cambiar demorarían el acuerdo
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE quieren conversar también sobre qué tipo de acuerdos de devolución de migrantes se pueden lograr para solicitantes de asilo que no reúnen las condiciones para obtenerlo, con los países de origen de estos, o con países de tránsito. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, exige que el acuerdo para ayudar a Túnez con cerca de 1.000 millones de euros para la devolución de migrantes se ponga en marcha. Pero este está estancado.
El resultado de la discusión podría tener impacto en el proceso legislativo sobre la reforma de asilo, porque el Consejo de Ministros, los representantes de los Estados y el Parlamento Europeo tienen que ponerse de acuerdo sobre un texto legal antes de fin de año. Se ha pedido cambiar una serie de puntos. Los eurodiputados verdes, por ejemplo, quieren asegurar que a las familias migrantes con niños se las exima de realizar trámites en los campamentos de frontera.
Con este y otros cambios, y con la negativa de Polonia y Hungría, el cronograma para endurecer el proceso de asilo podría tambalear. Por ello, no es de esperar que algo cambie para las personas que tratan de huir hacia Europa, por ejemplo, cruzando el Mediterráneo en botes precarios, dicen diplomáticos de la UE. Hace dos semanas, una embarcación con migrantes naufragó ante las costas griegas, y murieron hasta 500 personas.
Fuente: dw